Carlos, Raúl y Silvio se dirigieron hacia el cementerio, donde se encuentra la tumba de Lily Spirit — ¿En serio tenemos que hacer esto? —pregunto Raúl, quien no quería exhumar una tumba. —Ya te lo hemos dicho, no hay nadie aquí, más que solo dinero —contesto Carlos. Los tres comenzaron a palear, llegando a un punto que se rindieron fácilmente, logrando apenas cavar medio metro. — ¿Es en serio? Somos tres hombres y solamente conseguimos esto, propongo turnarnos —dijo Raúl. —Voy de primero —exclamo Silvio rápidamente. Después de dos horas, encontraron el ataúd. —Ya les he ayudado a cavar, ahora ustedes se encargan del resto —dijo Raúl. Carlos y Silvio forzaron la caja, encontrando varias bolsas de dinero. —Al menos no nos tomaron el pelo —dijo Carlos. —Mira esto Simón, hemos encon