CAPÍTULO 20
“Ya va siendo hora que aceptes lo que sientes por Bastian”. Y es que casi puedo escuchar a mi hermana decirme eso con su acostumbrada voz de reflexión, como la inigualable sabelotodo que es. Pero está vez se equivoca con honores, porque la respuesta es sencilla y corta, nada, no siento absolutamente nada por él. Quizás si estoy arrepentida por haber despotricado en su contra con tanto desprecio pero, en mi defensa, no sabía que estaba detrás de mí cuando lo hice.
Luego de haberme ignorado olímpicamente se dedicó a hablar por teléfono, le escuché discutir en alemán y vagamente pude oír el nombre de Arnold, al cual sinceramente, no me gustaría estar en sus zapatos. Seguro ha de estar pagando su mal humor con el pobre asistente que olvidó el combustible de su auto. No es como s
