—En la sinagoga, mi mujer, mi hija y nosotros dos nos unimos a los demás en el amén solo para no tener problemas: las disputas, con un negocio abierto al público, no son convenientes. Lo entendéis, ¿verdad? —Sí —Se había alegrado Bernabé sintiendo que la Providencia del Señor, después de todo, pretendía hacer algo también en Perga. —Bueno, nos gustaría saber más de Jesús de Nazaret. Desde ese momento, la partida se había retrasado oportunamente para enseñar a esa familia. En esos días Marcos también había colaborado en la catequesis, ya que, al haber escuchado a Pedro en su momento y después a Bernabé y Pablo, ya tenía una buena preparación. Además, la tarde del día siguiente al sábado se había acercado al puerto para buscar a Glauco y preguntarle si había conocido a Elimas y, en su ca