Me desperté asustada, tuve un mal recuerdo y me jodio el sueño. No sabía dónde estaba y todo estaba oscuro. Lo primero en lo que pensé era en Adam. - ¿Adam…? Lo moví un poco para despertarlo, pero me llevé un susto de muerte al ver que no era Adam. Era James. - ¿Qué te pasa Lea? Aún es de noche. Habló aún con los ojos cerrados y el tono adormilado. Sin pensarmelo mucho, lo abracé aferrándome a él. Necesitaba quitarme de la cabeza el bucle que tenía con mi madre y la noche en la que no la volví a ver más. El me abrazó, no sé si llega a hacerse una idea de lo que me pasa o si simplemente me abraza para que me calle y no haga más ruido. De las dos formas me sentí aliviada, ya que por lo menos me sentía protegida en sus brazos. Intenté dormir de nuevo, pero no había forma de hacerlo