Salí de debajo de las sábanas, cruzando la mirada con el chico de pelinegro. - ¿Estás bien? Te has dado en la cabeza ¿cierto? O fue mi hermano, ¿te pego, Ian? - No, estoy bien, Lea. - Entonces eres tonto de nacimiento. - Habló en serio. Me da lástima tu hermano… no puede tener hijos. - Es triste, pero no por eso debo tener un bebe, James. Cada cosa a su tiempo. Además ni siquiera somos algo. - Pero podríamos serlo, Lea… - Lo dudo. - Te haces la difícil, pero se que te gustó, Lea. - De gustar a querer casarme y tener un bebe, son cosas diferentes, Ian. Me crucé de brazos. Realmente me indignó, además de que estaba enfadada con Adam. Y eso lo intensificaba todo. - Antes de tener un hijo o casarme, debo tener un trabajo, una casa y sobre todo para lo del bebe y boda, ten