Desperté por la dichosa alarma de Adam, quien se despierta con la típica alarma de Samsung. La odio con toda mi alma… Aparte la pierna de Adam, de encima de mi y su brazo de mi cara. Me levanté de la cama y salí de la habitación para ir al baño, después volví y me dejé caer de nuevo en la cama. Logrando despertar al chico, ya que literalmente me tiré encima. - ¡Aay! ¡No seas bruta animal! Me tiró de la cama de una patada, me quejé con indignación. Tanto que nuestro padre entró en la habitación preocupado. Pero en cuanto nos vio discutiendo, rodó los ojos y se llevó las manos a la cadera. - Ustedes dos son increíbles, o discuten o se aman. Aclarense un poco más, pero no estén todo el día igual… no se cuando se abrazan con cariño, a cuando se están pegando. El pálido se levantó de