—Emily... —comienza a decir Alexander —al igual que nuestra especie, no quedan muchas de tu clase, por eso el rey zorro te quiere, se supone que serías su esposa, pero por supuesto, eso ya no ocurrirá, ahora me perteneces y te cuidaré con mi vida—murmuró el rubio mientras Emily con sus ojos muy abiertos, en medio del abrazo y las palabras de Alexander, sentía como poco a poco recordaba sucesos que su misma mente se encargó de enterrar... «No, Alexander, mi especie no está en extinción como la tuya... lo sé porque lo escuché una vez... las Inari somos más inteligentes de lo que ustedes los cambiaformas imaginan» se dice Emily en pensamientos. Años atrás – sur de irlanda: La reina Inari y sus princesas no tenían un castillo, corona o joyas que las hicieran destacar como de alta estirpe. L