Una vez que los guardias se fueron y la habitación quedó vacía, Ethan se apartó de Adrian y se pasó una mano por el cabello.
—¿Por qué te apartaste? ¿Qué sucede? —preguntó Adrian, cruzando los brazos, con una sonrisa traviesa en sus labios.
—Sabes que no me gusta que me toques frente a mis súbditos —respondió Ethan con seriedad, ya que se notaba que Adrian estaba burlándose de él.
Adrian soltó una risa.
—Y ¿qué pasa si lo hago? ¿Te reprenderán? ¿Comenzarán a surgir rumores en la organización?
Ethan lo miró seriamente, notando la burla en las palabras de Adrian.
—Entonces, busca una amante y acalla los rumores, Rey Zorro.
—No tengo intención de buscar ninguna amante... —respondió Ethan, con firmeza.
—Oh, Ethan, ¿aún no has tenido experiencia? Te dije que debías prepararte para tu fu
