—Entonces, mi amada Emily —comienza a decir Alexander mientras cierra la puerta con cuidado, girándose para enfrentarla con una mirada llena de deseo —¿Cómo es que ahora debo servirte en la cama? —pregunta, tratando de contener la excitación que lo embarga—. Es la primera vez que escucho esos términos. Necesito que me guíes en este tema. No lo comprendo del todo. Emily se acerca lentamente, con una mirada ardiente y juguetona en sus ojos. —¿No lo comprendes, mi rey Alexander? Entonces, permíteme explicarte lo que implica —dice Emily con una sonrisa traviesa en sus labios. Alexander la toma suavemente de la cintura y la atrae hacia él, mientras Emily alza su mirada, provocándolo aún más. —Los términos son sencillos —empieza a explicar Emily—. Deberás encargarte de estas partes... —sus d