Emily se encontraba atónita ante la situación actual. Para ella, el señor Wolfsbone era un individuo incomprensible. ¿Ahora deseaba tener una cita con ella? Eso no tenía sentido desde la perspectiva de la muchacha que, lo miraba con cierto recelo. Aunque no podía determinar qué era exactamente qué era lo incomprensible en el rubio, Emily no tenía dudas de que algo no estaba bien con él, sea lo que fuere. En el fondo, la joven sentía una curiosidad por descubrir porque él era así, pero el miedo a adentrarse en terrenos prohibidos la paralizaba, sumando de que ella no quería que exploraran los suyos. «No me gusta que indaguen en mi vida...» pensó Emily, dejando escapar un suspiro. Por otro lado, la partida de Isabella representó un soplo de aire fresco para Alexander, como si hubieran abie