En la amplia cocina de la majestuosa mansión, Emily se entregaba con entusiasmo a la tarea de preparar el desayuno, siguiendo al pie de la letra las instrucciones de Thomas. Él le había especificado que la dieta principal de todos los habitantes de la mansión se basaba en proteína animal, ya que según Thomas, esta constituía la base de su fuerza. El apuesto moreno le había entregado a Emily una lista detallada de las comidas preferidas del señor Wolfsbone, así como del resto de los sirvientes. En su mayoría, los platos giraban en torno a jugosos filetes de res, pechuga de pollo y ocasionalmente pescado, especialmente salmón ahumado. Emily no pudo evitar percatarse de que, de manera inconsciente, su primera creación culinaria fue precisamente un suculento filete de res. Ahora entendía por q