El documento que reposaba sobre la mesa tenía un tamaño considerable, con una caligrafía perfecta que resaltaba la unión entre Alexander y su esposa. Mientras Emily tomaba asiento y comenzaba a leer detenidamente, sus ojos se posaron en una parte en particular que decía: "La consorte humana del rey Alexander Wolfsbone". Además, había una línea en blanco destinada a escribir "La reina consorte" seguida por dos puntos, donde Emily debía colocar su nombre. En la parte inferior del documento se encontraban los espacios destinados para las firmas de los esposos.
—Campbell, por favor, lee el acta de matrimonio —solicitó Alexander, más por formalidad que por necesidad. El mayordomo tomó el documento y comenzó a leer en voz alta.
—"En este solemne y trascendental día, ante los testigos aquí pres
