Había cinco basureros verdes y enormes al final de una gran cuesta pavimentada, casi como en el último vertedero. Era fácil mirar lo que había en la parte superior de ellos, ya que la parte baja estaba empotrada en el pavimento y asentada en el suelo junto a la carretera de salida que se alejaba del vertedero. Mackenzie miró dentro de cada uno de ellos, examinándolos.
Vio el cadáver en el tercer basurero. Estaba tumbado de lado, desnudo. Solo de ver el vello en la pierna, era evidente que se trataba de un hombre. Desde donde ella estaba de pie, no podía ver nada que indicara la causa de la muerte. Se giró hacia los hombres que estaban disponiendo las luces y estaba a punto de preguntarles algo cuando vio un par de focos de coche aproximándose. Unos cuantos más venían por detrás del primer
