Ella tomó un minuto para calibrar su condición y cuando tuvo la confianza de que no le había roto nada y que todavía seguía consciente, dejó caer una rodilla sobre su pecho y miró de vuelta a Bryers. Él venía trotando, con aspecto bastante preocupado. La chica que quizá habían rescatado venía caminando junto a él. Parecía algo asustada pero también parecía excitada. Mackenzie vio un poco de júbilo en su rostro cuando ella vio a su potencial acosador clavado en el suelo. A su alrededor, unos cuantos testigos empezaron a aplaudir. Otros parecían aterrorizados por lo que acababan de presenciar. Bryers mostró su placa a la multitud que se había congregado. “Sigan con sus asuntos,” dijo. “La fiesta se ha terminado. En marcha, todo el mundo.” Cuando comenzaron a dispersarse y continuaron sus c