A continuación voy a compartir con vosotros una conversación del messenger tal y como se produzco en realidad. Tendréis, los puristas de la escritura, que perdonar la licencia que me he tomado al no corregir ni un ápice las palabras de las invitadas. Espero que la trascripción literal y real de lo acaecido refuerce los diálogos y os haga zambulliros entre mis calientes párrafos. Entre diálogo y diálogo, he materializado sobre el papel los pensamientos que corrían por la mente del escritor y que ellas no llegaron a leer.
No creo necesario incluir un diccionario en el que los vocablos colombianos que ellas usan sean expresados en castellano, pero ante cualquier duda, mi correo está a vuestra disposición, como siempre. Eso sí, espero que los de allá, sepan apreciar el guiño a su propia cultu
