TRIADA NARRA: Cómo carajos me dejé llevar por Vikram hasta el punto de llegar a sentirme mal conmigo misma. Sí, era una prostituta, lo había aceptado, me había preparado y ahora lo afrontaría con la cabeza en alto porque es lo que una mujer responsable de casi veinticuatro años hace. Carel se marchaba a los privados con dos pelinegras, ahí iba un buen cliente, me dije a mí misma algo cortada por lo que pasó sobre el escenario. -Oye- Volteé para ver a Giu a mi lado, parecía preocupada y su maquillaje algo corrido, era sin duda una noche movida- ¿Qué pasó con Vikram? ¿Estás bien? Respiré hondo y caminamos hacia la barra. -Vikram es sólo Vikram- afirmé restándole importancia.- Un celoso, controlador y posesivo hombre con problemas para aceptar el rechazo. -Es el Vikram que tú conoces,