Me encontraba un poco consternada, jugaba con mis manos para distraerme cuando Giu se me acercó con un collar de hawaiiana puesto sobre el cuello. -¡Hola! ¿Qué tal te fue?- preguntó y al mirar mi rostro su relajado semblante cambió. -¿Estás bien, Tri? -No- admití- Dijeron que dos clientes quieren estar conmigo y aún no han decidido con quién iré. -Por los clavos de Cristo- dijo Giulia cubriendo su frente con la mano- Eso quiere decir que habrá una puja. ¿Sabes hasta qué hora será?- negué con la cabeza. -No, pero deseo terminar con esto de una buena vez. Que pase lo que tenga que pasar y que todo esto acabe- cubrí mi rostro con ambas manos. -Tranquilízate, Tri, todo saldrá bien– decía ella pero fue interrumpida. -¿Puedo hablar con ella?- retiré las manos de mi rostro. Era Agnes. Giu