Cuando las mujeres desaparecieron de su vista, de reojo vió que Andrés salía de nuevo por las escaleras mirando hacia todos los lados, cuando no vió a Abbie caminó directo hasta su oficina y se encerró allí. Rodó sus ojos y siguió a Andrés. — ¿Pero qué carajos te está pasando? — preguntó cerrando la puerta. — ¿A ti qué carajos te está pasando con esa mujer? — preguntó Andrés. — Es la mejor amiga de Abbie y necesitaba empleo — Andrés bufó. — Si, ajá. — se cruzó de brazos — ni tú mismo te crees eso, ¿Acaso te gusta? — No digas estupideces — soltó un poco el nudo de su corbata, sentía que se estaba ahogando al no decir una verdad. Pero, ¿Qué verdad? ¿En serio le gustaba esa chica? Era hermosa, besarla había provocado cosas indescriptibles en su cuerpo, mente y corazón, sentía