— Yo solo he estado con un hombre en mi vida, pero sabiendo que vas a ser el segundo, no tengo nada que detener. Esas palabras para Matthew fueron un antes y un después. La besó con todas las ganas que tenía, Violet seguía a duras penas el ritmo del beso, era tan profundo que la dejaba sin respiración muy pronto. Él sabía cómo besar usando todas sus debilidades, dientes, lengua, mordidas… él sabía cómo, con un simple beso llevarla hasta la luna. Sus ropas terminaron perdidas en algún lugar de la oficina, el sol entrando por el ventanal era testigo de lo que pasaba allí en la oficina. Sus manos exploraban el cuerpo del otro, suavemente, apretando en los lugares correctos y acariciando otros cuantos. Matthew tomó a Violet de las caderas haciendo que enroscara sus piernas en la cintur