Con sus ojos cerrados, Aiden frunció el ceño al escuchar algo de ruido en su departamento. Con su sueño ligero, no fue muy difícil para el alfa poner a funcionar su cerebro. Abriendo los ojos para contemplar nada más que absoluta oscuridad, Aiden parpadeó un par de veces y se quedó quieto en su cama, esperando. Cuando aquel extraño sonido apareció otra vez, haciendo eco hasta su habitación gracias a su puerta que había dejado entreabierta, Aiden se sentó rápidamente y tiró de las mantas hacia atrás. No creía que alguien hubiera entrado en su departamento, él habría despertado ante el primer movimiento de forzar su puerta y no lo había hecho, por lo que seguramente se trataba de Casper. Saliendo de su habitación, Aiden se dirigió hacia la del joven omega y se detuvo cuando contempló la