Sentado en el sofá de la sala de estar, Casper observaba fijamente el pequeño palito delgado entre sus manos, contemplando con extraños sentimientos reunidos en su interior el resultado de dicha prueba. Dos palitos bien marcados con rojos que anunciaban ser positivo. No era una respuesta que el omega no esperaba, después de todo, él se había hecho la prueba bastante seguro de que esta saldría positiva, pero... El contemplar la prueba que le decía que aquello era verdad, que se lo confirmaba, era muy diferente a simplemente asumir que estaba embarazado solo porque su instinto se lo dijo. Pero más que instintos, habían sido las pruebas mismas la que le hicieron pensar en la posibilidad. Después de mejorarse de los golpes que su alfa le había dado tras negarse a tener sexo con él, otra v