Capítulo 2 Ir por sus cosas y enfrentarse.

1161 Words
Capítulo 2 Ir por sus cosas y enfrentarse. En el vehículo Teo no se iba tan tranquilo como Juliana y Martín pensaban, al contrario, estaba terriblemente afectado, por lo que tuvo que parar el auto unas cuantas cuadras adelante para poder calmarse, sin embargo, más que calmarse solo dio rienda suelta su llanto. Para él todo lo que vio y sintió en esa habitación era terrible, puesto que estaba muy enamorado de ella y llevaban muchos años juntos. No entendía cómo es que Juliana le había hecho esto, ni como su amigo se había metido con su mujer. Si ambos le hubieran dicho que estaban sintiendo cosas por el otro, incluso a pesar de todo el dolor que hubiera sentido, él hubiera dado un paso al costado y se habría alejado, no se iba a quedar en un lugar donde no era amado por más que él la quisiera mucho. No obstarte no pudieron hacer eso, no, tuvieron que ir por su espalda y lo lastimaron terriblemente. Cuando pudo retomar el control de sus emociones arrancó el auto y se fue hasta la empresa. Sus padres allí lo vieron raro por su forma de actuar mucho más serio que de costumbre y aunque le preguntaron lo que le sucedía no dijo nada. No quiso hablar, prefirió mantenerse callado y no decir nada de lo que había sufrido. A la hora de salir del trabajo estaba nervioso y no quería enfrentar la realidad, por lo que tardó bastante en salir de la empresa e ir a su auto y volver a la casa, esa casa a la que ya no podía llamar un hogar, puesto que Juliana lo había contaminado con su engaño. Al entrar por la puerta, pudo ver a Juliana, quien estaba en la sala, sentada en el enorme sillón n***o que había en el medio de esta, esperándolo para ver qué era lo que él le iba a decir, sin embargo, otra vez para sorpresa de ella, este la ignoró y subió directamente las escaleras. Al entrar a su cuarto, el cuarto en el que ella lo engañó con su mejor amigo, solo quería salir lo más rápido posible de allí. No podía ver la maldita cama sin imaginarse la escena que horas antes había presenciado. Se encaminó hacia el placar, sacó una maleta de la parte superior y lo puso sobre la cama, luego empezó a sacar toda la ropa que podía. Sus trajes, sus camisas, todo lo que podía entrar lo guardo en la maleta. Cuando la cerró, se dio la vuelta para salir y se encontró a Juliana en la puerta viéndolo. -¿No me dirás nada? Dijo ella al ver que él no le hablaría, puesto que se quedó unos segundos en silencio luego de verla allí. -No tengo nada que decir, creo que es muy claro que me estoy yendo y que esto se acabó. Sentenció él haciéndose el fuerte, actuando como si todo lo que paso no lo afectará. -¿Me encuentras con tu mejor amigo, desnuda en la cama, teniendo sexo y no dices ni una maldita palabra? Le grita Juliana completamente enojada al verlo tan tranquilo. -No me levantes la voz, Juliana. ¡Yo jamás lo he hecho contigo! ¿Qué quieres que diga? ¿Que te insulte? Yo no soy esa clase de hombre y lo sabes. Tú me engañaste con quien creí, era mi mejor amigo y no voy a hacer un escándalo de eso. Simplemente, me iré de aquí y nos divorciaremos, fin de la historia. Sus palabras eran dichas con tranquilidad, manteniendo la calma lo más posible, pero aun así demostraban una fuerza que no daba lugar a dudas. -No nos vamos a divorciar una mierda. Yo te fallé como mujer, sí. ¡Pero tú me fallaste también en todos estos años de matrimonio! Gritó Juliana a los cuatro vientos, ocasionando que varios de los empleados de la gran casa la escucharan. -¿De qué demonios estás hablando? Preguntó Teo completamente fuera de lugar, no entendía de qué hablaba ella, si jamás se había involucrado con otra mujer desde que se hicieron novios. -Has preferido a esa mocosa caprichosa sobre mí durante años y lo he tenido que aguantar. ¿Tú no puedes aguantar que te haya metido los cuernos? -¿Estás hablando de Rosina? ¿Estás hablando de mi ahijada? ¿Qué demonios estás diciendo? ¿Qué me he metido con ella? Ahora sí que Juliana desestabilizó por completo a Teo, logrando que él levantara la voz. -Pues no lo sé, dímelo tú. Pareces completamente embobado por ella. Dijo con la misma voz de superioridad que antes utilizó para acusarlo de tremenda atrocidad. -A ver, ¡estamos hablando de una niña! Exclamó Teo tratando de que entendiera. -¡Es una niña de casi veinte malditos años! -Okay, sí. Ahora tiene veinte años. ¡Hace dos años era una joven de dieciocho años y hace cinco años era una maldita niña! ¿Me estás llamando pedófilo? ¿Estás diciendo que abuse de una niña? Dándose cuenta de que sus palabras eran razonables, Juliana tuvo que retroceder un poco y admitid que había dicho cosas de más. No tenía pruebas de que él, en ningún momento, se halla involucrado con Rosina, era una acusación infundada, más porque jamás vio ninguna situación inapropiada de parte de él, incluso después de que ella cumpliera la mayoría de edad. -Tal vez sí tengas razón, pero en todos estos años me has demostrado que ella es más importante que yo y eso me ha llevado a dejar de quererte poco a poco y también me ha llevado los brazos de Martín en busca de consuelo. -No quieras justificar lo que has hecho por unos celos tontos y sin sentido. Ya Teo no quería escuchar ni una sola palabra de lo que decía Juliana, pues le parecía completamente estúpido lo que decía, eran cosas infundadas que no tenían ni pies ni cabezas, afirmaciones con las que él no estaba de acuerdo. Tomó su maleta y salió de la habitación para, poco después, salir también de la casa y alejarse de esa vida que hasta ahora él quería. En la habitación, Juliana pensaba en que tal vez sí había exagerado y se puso a llorar por lo tonta que había sido y por lo que había perdido. Tal vez sí discutía con Teo por la relación que él tenía con su ahijada, pero sabía que él no era esa clase de hombre que se metía con una niña, por lo que decirle eso había estado demasiado fuera de lugar. Ahora su esposo quería divorciarse de ella y ella no estaba dispuesta a hacerlo. Si quería recuperarlo tendría que dejar pasar un poco el tiempo y luego ir a disculparse para arreglar su relación y salir adelante. No sería fácil, eso ella lo sabía, pero tampoco sería algo imposible. Lucharía por su felicidad junto a Teo con garras y dientes.
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD