Lorena. Me acuesta en la cama con suavidad, me mira muy serio pero con un fuego en los ojos que me hace sentirme tan mujer, una mujer deseada con fuerza y este hombre me lo hace sentir de punta a punta. Lentamente pero firme me va desnudando, agarra un preservativo porque tanto él como yo no queremos una bendición a tan poco tiempo de conocernos, si, estamos yendo rápido eso a nadie se lo podemos negar, ya estamos viviendo juntos y mi hija le dice papá cosa que no le molestó ni me hizo ruido porque si lo ve como papá es por algo, siente seguridad con él, siente amor y que la tratan como una princesa cosa que el infeliz nunca hizo, no le gritaba ni jamás le levantó la mano pero era un cero a la izquierda mi hija, no existía para él y muchas veces lo preferí así, pero al conocer a Aukan y