Sr.Vegas."El mecánico del diablo."

Como familia.

Gael Vegas toma una ducha fría para tranquilizar sus pensamientos.

Por lo menos si cuerpo estaba momentáneamente satisfecho. Estuvo más de media hora, bajo el chorro de agua fría. Cuando terminó salió de la ducha y se puso su bóxer rojo, una franela blanca sin mangas, sus medias blancas, un pantalón de jean, su cinturón amarillo y sus botas favoritas Timberland amarillas.

Al salir Vegas de su habitación, pudo escuchar que su hermanastra, ella está tomando una ducha, Meg a dejado su puerta abierta. El asoma la cabeza hasta dentro de la habitación y puede ver la puerta de la ducha también abierta.

—¡Meg! ¿Te espero allá arriba, o te espero aquí?—pregunta él.

—Espera en el taller ya termino y salgo—le dice ella mientras saca la cabeza por la cortina del baño, el puede ver su rostro mojado, el pelo sujetado a un chongo encima de su cabeza, su hombro derecho y la sombra de la silueta de su cuerpo, reflejada en la cortina.

—Bien no tardes por favor o me obligarás a volver por ti—le dice esquivando la mirada.

Vegas ya tenía buen rato, está en el taller de mecánica esperando a Meg, el tiene bajo su cargo cuatro mecánicos automotrices tipo A, eso quiere decir que instalan, ajustan, mantienen y reparan motores de turismo, motocicleta, furgoneta, camiones y otros vehículos.

Todos en su taller debían tener conocimientos tecnológicos y destrezas para el análisis y mecanizado, al igual que conocimientos en todo tipo de máquinas y herramientas. Su equipo portaba conocimientos y habilidades para el diseño y construcción de máquinas y equipos. Se puede decir que armaban vehículos desde cero.

—¿Vas a llevar a Megalix al trabajo, Sr.Vegas? —le pregunta Zero.

—Si, solo espero por ella—responde Vegas.

—Bueno trata de comer algo, no sea que caigas como un coco cae de la palma. No sé para que te devolviste por tu cartera, si al final no regresaste al restaurante, te dije que pagaba por ti. Luego podías devolverme el dinero—le dice Zero.

—Si Zero no te preocupes, me puse pesado luego que llegue aquí...trataré de comer cualquier cosa en el camino.

—¿Cuando será tu celo? Tenemos mucho trabajo y creo que tendremos que contratar a un pasante, para tenerlo de apoyo.

—Sera en una semana, solo trata de que sea Beta, no quiero tener que lidiar con otro Alfa propasándose con Meg, para no tener que arrancar su cabeza—Gael mira de frente a Asher a los ojos, para que supiera que el mensaje también iba para él. Asher baja la cabeza y sigue concentrado en su trabajo.

—¿Cuántos carros vamos a entregar está semana?—le pregunta Gael a Zero.

—Hay 8 listos y 2 en proceso de carrocería y pintura, sólo hay uno que no le encuentro la falla, vas a tener que encargarte tú de eso, es el Volvo—le responde Zero.

— Bien hermano, entrevista a dos mecánicos completos con 5 años de experiencia, para ponerlos a prueba, comunícate con Patti de la agencia de empleos evolución, para ver si tiene a alguien que califique.

Las habilidades de un mecánico se centran en la manipulación, modificación y reparación de un componente mecánico y el conocimiento de las funciones de ese componente. Un Ingeniero mecánico se centra más en la teoría y en mayor profundidad acerca de los fundamentos de un sistema mecánico pero ese diablo de la mecánica se las sabía todas así que no le gustaba estar rodeado de gente problemática y que no supiera trabajar.

—¡Ya estoy lista!—avisa Megalix acomodando su cartera en su hombro.

—Bien ya me voy, regreso en una hora, ahí te encargo el taller—le dice Vegas a Zero mientras se levanta de su escritorio.

—Hola Zero, nos vemos luego, dale de comer a Cyborg.

—Hola mini Megalix, si claro, ¿Por qué yo de nuevo? ¿Ahora pasé a ser niñero de tu perro? espero que no te olvides de mi café de regreso aquí, de lo contrario, encontrarás a Cyborg cabeza en un cubo de aceite.

—¡Mocaccino con doble expreso, no lo olvido, no seas tan cruel, yo también te quiero!—le responde ella a Zero, con una sonrisa—Adios Asher nos vemos en la noche.

—Si cuídate mucho—le responde con una sonrisa, sonrisa que se esfuma al ver qué Vegas se a girado para mirarlo.

Zero es un huérfano que tiene veinte años trabajando en el taller, es como parte de la familia, el padre de Gael lo recogió de las calles cuando tenia doce años, le enseñó el oficio de mecánico y desde entonces sólo se dedica a eso.

Ya en el garaje Vegas decide irse en la moto, en vez de irse en su Jeep como siempre hace cuando sale con su hermanastra.

—¿No nos iremos en tu Jeep?—le pregunta Megalix a su hermanastro, cuando ve que él se sube en su Ducati Multistrada V4.

—Ahh…es que se le daño algo, tengo que ver qué es—le miente él mientras se pone su casco y le pasa otro casco más pequeño a Megalix.

—¡Estas ropas son muy cortas y estrechas, se me verá todo!—se queja ella.

—Meg sube como puedas, se te hace tarde y no he comido por tu culpa, si subes a cambiarte de ropa te dejare botada y tendrás que irte en metro. Voy a ladear un poco la moto para que no se te haga tan difícil.

Meg lo mira muy furiosa, si el le hubiese dicho que se irían en moto en vez de una falda corta roja, se hubiera puesto un pantalón rojo. Meg se coloca el casco lo último que quiere es llegar tarde.

—Bien, ladea el motor entonces para que pueda subirme mejor.—frunce el ceño.

Gael inclina la moto a un lado, Meg levanta la pierna derecha, agarrando la minifalda por el centro entre sus piernas, Gael le agarra el muslo y desliza su mano por toda su pierna hasta sostener sus tobillos y dejarlo sobre el estribo.

Luego él sube su mano de regreso por su pierna hasta su trasero, el la atrae más cerca de su espalda y verifica que su otro pie esté en el otro estribo. Megalix puede sentir sus gruesos y ásperos dedos rozando su delicada pantimedia.

—Es bueno que trajeras medias pantis, sostente bien de mi cintura—le dice mientras enciende la moto.

Vegas acelera y en menos de veinte minutos llegaron al casino. Al llegar él vuelve a inclinar la moto a un costado para que su hermanastra baje sin problemas.

—Gracias por traerme, yo regreso sola no tienes que venir a buscarme—le dice ella mientras se acomoda la cartera en el hombro.

—Te espero a las once aquí afuera y más te vale que no me dejes esperando—le dice sin hacer caso de las palabras de ella.

—¡Dios! ¿Por qué eres tan terco?—le pregunta Megalix mientras cruzaba los brazos.

— Porque quiero, porque puedo y porque me da la gana—le dice con una sonrisa en los labios—Cuídate y si sales antes espérame.

Megalix no respondió a lo último que su hermanastro dijo, dio media vuelta y entró por la puerta de empleados.

—Megalix buenas tardes—la saluda la agente de seguridad mientras le hace el chequeo rutinario para entrar.

—Buenas tardes Xion.

—Oye ¿Es ese tu hermano mayor? Es todo un bombón, preséntame jejeje.

—No te dejes engañar, jejeje, él es muy lindo, bello y precioso por fuera, pero por dentro es todo un demonio. Siento que cada día lo odio más—le dice la pequeña Meg, antes de dirigirse al baño donde está su casillero para dejar su cartera y empezar su jornada de trabajo.