Meg vuelve a darse otro trago largo, en ese momento Vegas le quita la botella y se tomó el equivalente a un vaso de doce onzas sin apartar la botella de sus labios.
Ambos están quietos, pero no que quitan los ojos de encima, Vegas puede ver los pechos de Meg grandes y con aureolas rosadas, está tentado desde hace rato a querer poner una en su boca, pero está conteniendose, de igual forma él está tratando de no dejar salir sus feromonas, él quiere que Megalix lo marque por decisión propia no porque él la obligue.
—¿Y bien? Espero sólo por mi mariposa—le dice mientras le señala el lugar correcto en su cuello para que lo marque.
Meg puede ver la vena que atraviesa su cuello, ella se lame los labios inconscientemente.
—Bien, pero no te muevas—le advierte, ella sabe que le va a doler aunqu
