Unos toques en la puerta me hace sobresaltar y abrir mis ojos de inmediato. -No te vayas- me susurra para así darse la vuelta e ir a ver quien toca. Lo veo caminar rápido como si quisiese salir de esa persona inoportuna que llegó sin avisar. Me doy tiempo de calmarme y soltar todo el aire que tenía atorado en mis pulmones, miro mi mano la cual tiembla y me río como tonta. -Cálmate Isa- me susurro. Al alzar la vista lo veo abrir la puerta y lo que veo me deja en shock. Una mujer Rubia, realmente hermosa, tan alta como Will, de pie a la puerta con una sonrisa bastante sonsacadora. La mujer no se ha percatado de mi presencia aún. Tiene sus ojos fijos en él. -¿No me invitarás a pasar?- pregunta con tono burlesco. -Tú no tienes nada que hacer aquí- habla en tono serio -¿Quién te dijo dónde