Isa Mi cuerpo se siente cansado, por más que trato de mover un músculo, simplemente no puedo. Mis sentidos se despiertan y poco a poco comienzo a abrir mis ojos. La luz blanca me molesta un poco y un gruñido se escapa de mi garganta. -¡Cariño!- esa voz la reconozco de inmediato. Es Isabel Smith angustiada. ¿Por qué? -¡No te muevas por favor!- la oigo llorar un poco -¡Iré por la doctora!- oigo como sale apresurada y pongo todo de mí para abrir los ojos. Al ver todo a mi alrededor gimo asustada, ya que recuerdo de inmediato todo lo que ocurrió en las últimas horas. Lágrimas salen de mis ojos y trato de limpiar mis lágrimas con mi mano, pero algo me lo impide. Cuando volteo a ver, tengo puesto un yeso. -Que alegría que ya despertaras Isabella- la voz dulce de una mujer llaman mi atención.