—Padre, vamos. Te dejo en la casa, Audris se va a quedar con ella —expresó Orestes.
Después de la discusión con Audris, Orestes se apartó de ella y la asesora, estuvo al pendiente del trámite administrativo, en eso y el ir y venir gestionando la asignación de una habitación para su madre, se le fue el tiempo y se repuso del incidente con su prima,.
—Un momento, yo no me voy a quedar, ¿para qué están las enfermeras sino para cuidar a los pacientes? —reclamó la mujer de inmediato.
—Te corresponde estar al pendiente de ella, tu propiciaste este viaje, entonces te toca velar porque ella esté bien —adujo tajante—. Ah y suspendan eso del compromiso, no tengo apuros en eso y mi madre no está bien de salud.
—Pero, si ya está todo listo, la comida, la mesa decorativa, las flores —protestó.
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