Después que se fueron los representantes del laboratorio cada uno tomó lugar donde mejor te convenía. Orestes como decidió terminar ese día trabajando en casa, se relegó en su despacho; mientras que Peyton se mantuvo en la habitación de las niñas, ni se molestó en salir al comedor a almorzar, quienes sí lo hicieron fueron Saanvi y Hannah, toda vez que Orestes exigió la presencia de todas en la mesa. No obstante ello, Peyton decidida a no hacer caso a nada de lo que él dijera, decidió quedarse en la habitación de Saanvi y allí la chica del servicio le llevó un sándwich y un zumo de fruta que fue lo que Peyton pidió para evitar que Oreste se viera en la penosa necesidad de armar uno de los tantos alborotos que acostumbra a desplegar en su férreo deseo de que los demás cumplan con su orden.