No estaba segura, ya Fedora tenía los ojos puestos en ella, tomo su cartera para sacar y observar nuevamente la imagen de sus bebés, se llevó una mano temblorosa a los labios. Al final fue un día recompensado, antes irse a dormir, recibió una vídeo llamada de su amor, hablaron por horas, como dos adolescentes enamorados, solo el sueño logro vencer su charla romántica. Arlleta la esperaba ansiosa a su llegada al día siguiente a la galería de Arte, la recepcionista fue insistente al decirle que la solicitaba con carácter de urgencia, las buenas noticias no se hicieron llegar. — Buenos días Arlette. — Saludo con cortesía a la sofisticada señora que permanecía sentada al otro lado del escritorio. —Igual para ti Alexa, noto un mejor semblante en ti esta mañana, como diríamos en Francia "Tu