“Lo que nadie comprende, es que esos rivales son los únicos que te entienden, son los que celebran quién eres y te desafían a mejorar.”
Anne Maiche
Emily entró a la habitación, la pequeña Alice sonrió emocionada al verla.
—Viniste, viniste. Tú no me olvidaste —extendió sus brazos y Emily la abrazó.
—Claro que nunca te olvidaría mi pequeña. ¿De dónde sacaste eso?
—Cruela, me lo dijo Cruela. Dijo que nunca volvería a verte —bajó el rostro y se refugió en su babysitter.
—Siempre voy a estar para ti. No creas en las palabras de Josefine.
—¿Y mi papá? ¿Ya sabes que viniste? —preguntó aún sin entender lo que había pasado la tarde de la fiesta.
—Sí, lo sabe y debe llegar pronto para verte.
El médico de turno entró en ese momento para hacerle el chequeo de rutina a la niña.
—Buenas noc
