El cigarrillo se consume en mi mano mientras Gabriel continúa observándome en silencio, ha encendido un cigarrillo por su cuenta, no es habitual o una costumbre en él, de hecho en este momento no recuerdo haberlo visto nunca con uno en la mano. Tiene razón Santiago me jodio la vida y yo soy una masoquista que acepta todo, tengo que buscar dentro de mí la fuerza que necesito para deshacerme de este amor que siento por él, no puedo continuar de esta manera. Por culpa suya mi carrera se ha alargado por muchos años, la mayoría de los compañeros que inicie la carrera ya se han graduado y ejercen mientras yo sigo en las aulas de clase, hasta Eliza termina este año y a mi aun me faltan casi catorce materias que perfectamente podría ver en un año si me enfoco solo en eso y hago de lado lo que me