Capítulo 9 —Comodoro, tenemos el planeta a la vista. Había hablado la ingeniero técnico mayor Katina Babowich, exoficial de la Astromarina en la Flota del Espacio Profundo, una de los ciento cuarenta y un prisioneros políticos fugados del campo Titán a las órdenes del comodoro Maximilian «Espartaco» Netu III, apoderándose de la única nave armada del satélite, la veloz Idealista, como la habían rebautizado de inmediato. Muchos otros de esos fugitivos provenían de alguna de las flotas de la Astromarina, donde, hasta el golpe de estado de la EGO, se había mantenido viva la tradición de la libertad, hasta el punto de que diversos comodoros y comandantes, entre ellos Maximilian, se habían rebelado contra la propia EGO: habían sido expulsados de la Astromarina y habían acabado como mineros-esc