Dexter
Nos dirigíamos al último edificio, los demás estaban vacíos. Me sentía un poco ansioso.
—Oye amigo, ¿estás bien? Parece que no estás concentrado —me pregunta Jon.
—Sí, sí, solo espero que esta vez encontremos algo.
—Estoy seguro de que lo encontraremos, este es el último edificio, algo tiene que aparecer.
—Solo quiero encontrar a este tipo y detenerlo, no puedo creer que esto esté sucediendo aquí —le digo.
—Sí, estoy de acuerdo contigo, este tipo debe ser detenido y esto no debe volver a suceder.
—Señor, estamos a unos cinco minutos de distancia, ¿quiere que me acerque más o que estacione lejos esta vez? — pregunta mi conductor.
—Estacionemos lejos, caminaremos hasta allí para no asustar a nadie —le digo.
—Sí, señor —responde.
Se detiene, Jon y yo salimos y los demás hombres también salen y se acercan a nosotros.
Vemos algo de movimiento en el costado del edificio, hay un tipo que sale, se acerca a su auto y se va.
—Bueno, parece que hay alguien aquí —dice Jon.
—¿Cuál es el plan, señor?
—Vamos a dispersarnos alrededor del edificio y asegurarnos de que todas las puertas estén cubiertas antes de entrar, no sabemos cuántos hay dentro.
—Jon, una vez adentro, ve y encuentra dónde están las chicas, quiero que sean extraídas de inmediato.
—Claro, Dexter.
—Vamos —les digo.
Todos comenzamos a caminar hacia el edificio, llegamos a la puerta y nos damos cuenta de que la cerca rodea todo.
Miro a Jon y sonrío, flexiono las rodillas y salto la cerca sin problemas.
Los demás siguen mi ejemplo y una vez que todos están dentro, les miro y asiento, todos se dispersan en diferentes direcciones alrededor del edificio.
—Jon, tú y yo tomaremos la entrada principal.
—Entendido —dice y camina hacia la puerta. Agarra el picaporte, la empuja y me mira, yo asiento y entramos por la puerta.
Estaba un poco oscuro adentro, pero gracias a nuestros dragones podíamos ver en la oscuridad.
Miro a mi alrededor y veo un pequeño escenario en un costado.
Escuchamos algunas voces, así que nos dirigimos por el pasillo cuando de repente una puerta se abre y salen dos tipos, nos ven y comienzan a gritar y correr hacia las escaleras.
Salimos tras ellos, casi los alcanzamos cuando uno se gira, nos apunta con un arma y dispara. Jon y yo nos tiramos al suelo.
Me levanto y me lanzo hacia el tipo, haciéndolo caer y soltar el arma. Intenta golpearme, lo bloqueo y lo agarro del cuello, lanzándolo contra la pared, cae de rodillas. Levanta la vista y veo que ya tiene un ojo n***o.
Se levanta y trata de embestirme, pero no era lo suficientemente fuerte como para derribarme. Lo agarro de nuevo y esta vez lo volteo con fuerza, dejándolo inconsciente cuando su cabeza rebota en el suelo.
Miro a Jon y veo que tiene al otro tipo inmovilizado en el suelo, le dio un golpe fuerte y también está inconsciente. Lo miro y le digo:
—Encuentra a las chicas, sé que están aquí, puedo oler la sangre de una mujer en el tipo con el que peleé.
—Justo eso, Dexter —me dice. Salta y se va corriendo por el pasillo.
Veo a mis otros hombres llegar y están arrastrando a otros dos tipos por los pies. Bueno, eso son cuatro, me pregunto cuántos más hay aquí adentro.
Subo las escaleras y puedo escuchar a alguien más moviéndose arriba.
Llego arriba y miro por el pasillo, veo luz debajo de una puerta. Bajo por el pasillo y me detengo afuera, sé que alguien está adentro y se está moviendo. Golpeo la puerta con fuerza, abriéndola de golpe.
Veo a un tipo parado detrás de un escritorio, me mira con sorpresa. Miro rápidamente a mi alrededor para asegurarme de que no haya nadie más ahí adentro. Entro y me acerco hacia él.
—Señor Grey, supongo —le digo.
—¿Quién quiere saber? —Me suelta entre dientes.
—Bueno, si debo decirlo, el príncipe.
Se burla.
—Como si ese mocoso tuviera algo en mí. No soy más que un simple empresario. No tienes derecho a entrar aquí, ¡sal de mi oficina! —me grita.
Solo le sonrío.
—¿De qué te ríes? ¡Dije que salgas!
Me acerco al escritorio, coloco mis manos planas sobre él y me inclino.
—Tengo todo el derecho de estar aquí, esta es mi ciudad, este es mi edificio y si fueras un simple hombre de negocios, tendrías los documentos para demostrarlo. Pero voy a suponer que no los tienes. Tengo todo el derecho de cerrar tu supuesto negocio. No soy un mocoso y tengo suficientes razones en tu contra. —Gruñí la última parte.
Da un paso atrás y tiene los ojos abiertos de par en par.
—Príncipe Dexter —me dice.
—Sí, así es.
Escucho a mi compañero entrar por la puerta. Lo veo mirar sobre mi hombro. Luego vuelve a mirarme.
—Por favor, señor, lo siento, no quise…
Antes de que pudiera terminar sus palabras le digo a mis hombres que lo lleven al Palacio y lo pongan en el calabozo.
Ellos lo agarran y lo arrastran más allá de mí cuando siento el mismo olor que los tipos de abajo.
—¡Esperen! —grito a mis hombres.
Se detienen con él, me acerco y respiro profundamente.
Puedo sentir a mi dragón revolviéndose en mi interior.
—¿De quién es esa sangre que tienes?
Me mira fijamente.
—¿A qué te refieres, señor? No tengo sangre encima.
Doy un paso más cerca de él, cierro los ojos y respiro. No es sangre, sino algo más.
—¿Con quién estabas? —le gruño.
—No estaba con nadie, señor.
Lo agarro del cuello y lo levanto sin esfuerzo.
—¡¿CON QUIÉN?! —le rujo.
El tiembla de miedo.
—Y-y-yo tenía... un c-comprador que me contactó. Quería saber si la chica era pura, así que tuvimos que verificarla —balbucea.
Me enfurezco y lo tiro al suelo. Estoy sobre él antes de que siquiera aterrice, lo agarro y lo vuelvo a tirar. Lo levanto nuevamente en el aire y lo golpeo duramente repetidamente.
De repente, siento manos agarrándome.
—Señor, suéltelo, está inconsciente. Por favor, debemos llevárnoslo para que su padre lo condene.
Con esas palabras, me quedo paralizado.
¿Qué estaba haciendo? Perdí el control. No es la primera vez que huelo el aroma de las mujeres, ¿por qué ese olor me hizo perder la cabeza?
Suelto al tipo y mis hombres lo levantan y lo arrastran fuera. Los sigo cuando escucho a Jon llamarme.
—Dexter, las encontré—.
Bajo las escaleras siguiendo la voz de Jon, escucho a las chicas llorando, veo a mis hombres sacándolas.
—Dexter, una está herida gravemente, no puede caminar y por lo que parece, no puede ver nada.
Entro y me acerco a donde estaba arrodillado cuando veo a una joven chica, tal vez de diecinueve o veinte años, tendida en el suelo. Su rostro está ensangrentado y sus ojos están casi completamente hinchados. Veo a otra chica sentada allí sosteniendo su mano.
Me arrodillo, su respiración es débil y anormal, sé que necesita ayuda rápido.
—La llevaré a la clínica, llama a mi padre y prepárale un equipo para nosotros —le digo a Jon.
—Sí, señor. —Lo escucho decirme.
Me inclino y la levanto en mis brazos cuando su aroma me llega. Este es el aroma del tipo Grey y siento cómo la ira vuelve a mí.
Debo haber apretado mi agarre con demasiada fuerza porque ella gime de dolor.
Mi mano toca su espalda, donde su camiseta se levantó, al levantarla, mi mano toca su piel desnuda y siento la electricidad recorrer mi mano, su aroma se vuelve más intenso, huele a vainilla.
Mi Dragón está ansioso por salir.
—Mate —digo en voz alta.