Días después nos encontrábamos en la propiedad Abramovich, Zayn quería que lo acompañara en lo que solventarían allí, tal parecía que debido a la junta directiva que habían tenido noches anteriores daría un anuncio importante para todos los presentes.
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Zayn, quien había obtenido el cargo de director ejecutivo de la cadena de restaurantes en vista de su impecable desempeño en Noruega había tomado la palabra para dar los diferentes anuncios que habían decidido llevar a cabo.
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—De acuerdo a las diferentes juntas que hemos tenido y a la decisión unánime por parte de todos es importante que asignemos puestos de rangos y los seleccionados deberán estar un tiempo determinado en cada ciudad estratégica donde manejamos las diversas sedes de la cadena.
Ante este argumento, Andrew Polanski hacia una señal con la mano para dar su opinión al respecto, acción que Zayn pretendía ignorar, lo cual solo generaba que este insistiera y se pusiera de pie para ser escuchado.
—Con el debido respeto, en vista de que ignora el hecho de que hable me propongo a dar mi opinión asi no desee escucharla.
—No la ignoro, Polanski, solo que si ha estado negándose en la propuesta que establecimos no tiene caso escucharlo.
En vista de la tensión que se percibía por parte de ambos, Rose tomo la palabra, aunque había delegado un puesto importante a su hijo continuaba siendo la presidenta y propietaria de la cadena.
—Primeramente, debemos calmarnos, pese a que no pude asistir a las ultimas juntas que se han realizado quisiera que me hijo me diera un breve resumen de porque decidieron esta propuesta.
—Madre, la propuesta que presento fue decidida por todos los aquí presentes, excepto por Polanski, en ella se propone organizarnos de mejor manera y asi no descuidar las sedes que manejamos, si todo funciona en orden en poco tiempo seguiremos creciendo y no solo estaremos en Noruega sino en gran parte del mundo.
—Pues, si es asi como lo planteas me parece adecuado, solo no entiendo porque no lo apruebas, Andrew.
—Señora Abramovich, la propuesta es atractiva y muy bien pensada, pero pienso que debido a que la gran mayoría tiene familia sería complicado que pese a esto se rompa ese lazo por la distancia.
—Eso podría solucionarse, la familia del seleccionado podrá acompañarlo a donde se le indique, en lo personal pretendo que mi prometida me acompañe a Noruega el tiempo que me corresponda.
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Lo que había terminado de decir hizo que Evannia lo admirara confusa y a su vez saliera del lugar donde se encontraban reunidos. Zayn al percatarse de esto se excusó con los presentes para ver que ocurría ya que su comportamiento le parecía extraño.
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No concebía el hecho de que dijera esas palabras, sabía que tenía una labor la cual estaba aquí en Londres no en Noruega, además, no tenía planes en otro lugar, me agrada mi país. Meditando sobre ello escuchaba repentinamente su voz en las palabras que manifestaba.
—Evannia, ¿Estás bien? Note que salías de…
—¿Porque no me dijiste sobre eso? No termino de procesar la muerte de mi madre y ya has hechos planes sin mi consentimiento—pese a que estaba inquieta y exaltada se aproximó como suele hacer para calmarme, no obstante me negué a su cercanía.
—Evannia, iba a decírtelo, justo tenia planteado hacerlo, pero luego ocurrió el deceso de tu madre y…
—No quiero irme, me agrada Londres.
—Lo entiendo, pero estoy seguro que también te agradara Noruega.
—No Zayn, no quiero eso, debes dejar de decidir por mí.
—Evannia, no me agrada tu comportamiento y lo sabes.
—Ya no soy la misma, puedo ser tu sumisa, pero solo en la intimidad del resto quiero tomar mis decisiones, debes respetarlas, de eso se trata, en estos cuatro años…
—En estos cuatro años he intentado sobrellevar las situaciones, pero me pides muchas cosas, aun se me dificulta lidiar con muchas personas al mismo tiempo y eso no parece importarte.
Su actitud de seriedad y enojo que desde hace mucho no veía en el de nuevo se hacía presente, ante eso me sentía culpable, no obstante, sabía que no era del todo mi culpa, debía tomarme en cuanta para las decisiones entre ambos.
—Zayn, yo…
—Por favor, por los momentos no hablemos, no quiero…—sin siquiera terminar volvió a donde se encontraba el resto, tal parecía que las palabras adecuadas no las tenía en ese momento.
Debido a lo que había ocurrido entre ambos decidí encaminarme al jardín, estando allí nuevas lágrimas recorrían mi rostro. Aunque no tuve una relación muy unida con mi madre el sentimiento que tenía por ella me hacía estar triste tras su fallecimiento. Atravesando ese momento en el que me sentía rota sentí la mano de la señora Rose posada sobre mi hombro.
—Evannia, lamento lo que estas afrontando y agradezco que estés aquí acompañando a Zayn.
—Agradezco sus palabras señora Rose, pero…
—Deberías empezar a decirme Rose, al casarse seremos una familia.
—Lo siento, es que es complicado llamarla de esa forma.
—De acuerdo, entonces hazlo cuando creas prudente, por lo pronto solo espero que mi hijo cuide de ti, en especial en estos momentos que todavía estas muy vulnerable por lo ocurrido.
Tras un largo suspiro y lágrimas que empezaba a secar refería mi opinión al respecto.
—Zayn se ha comportado muy bien, diría que debido a mi comportamiento de hace un momento lo hice enojar.
—¿Que sucedió?
Explique lo ocurrido y con ello me indicaba que no estaba equivocada, era una decisión que ambos debíamos tomar.
—En una relación las decisiones deben ser tomadas por los dos, en mi caso en particular debo tomarlas sin la opinión de Erick debido a que tuvo que volver a Birmingham por unos asuntos. Evannia, solo dale tiempo, Zayn ha tenido que hacer muchos cambios y eso no debe de ser nada fácil, el haría lo que sea por ti, no lo dudes.
El que dijera esas ultimas palabras me llevo a recordar lo que ese sujeto de apellido Hamilton menciono, por ello inquirí sobre él, deseaba saber con exactitud en qué términos habían quedado con esa persona.
—Señora Rose, ¿qué ocurrió con el señor Hamilton? Ese socio con el que finalizaron negociaciones en el pasado.
—No comprendo, ¿a qué viene eso ahora?
—A nada… es solo que hace mucho, Zayn tuvo percances con esa persona y solo quisiera saber si eso no desencadeno problemas en el o en la cadena de restaurantes que ustedes manejan.
Su mirada hacia mí era extraña ante esa pregunta, no obstante empezaba a responder.
—Con Hamilton no terminamos de buena manera, el continuo alegando que mi hijo era un degenerado s****l que se había aprovechado de su hija, sin embargo, no llevo el asunto a términos legales, luego de eso perdimos contacto y todo trato con él y su familia. Se podría decir que hasta los momentos no sabemos nada de él.
—Comprendo.
—Evannia, ¿acaso ha ocurrido algo que te haga dudar de tus sentimientos por Zayn?
—No, en definitiva, solo quería saber sobre eso.
—De acuerdo, deberías ir al estudio, por el tiempo que han estado reunidos debería haber culminado la reunión que espero haya finalizado de buena manera. En vista del puesto que está ocupando Zayn en la cadena me pareció adecuado que el resolviera las nuevas directrices que llevaremos, le servirá en su rol de director ejecutivo.
—Me parece bien y tomare sus palabras, quizás allí podamos resolver lo de hace un momento.
—Desde luego que sí, has conocido aspectos de él, úsalos para resolver situaciones de esta índole.
Aunque me dijera eso, Zayn continuaba siendo esa persona fuera de lo normal, a pesar de acoplar su actitud contradictoria en ocasiones sentía que de una forma u otra eso continuaba siendo parte de él.
Tras haber finalizado esa reunión que solo me trajo una leve jaqueca no salía de mi mente esa breve discusión que tuvimos Evannia y yo. Aun teniendo presente cada momento que hemos vivido, incluso lo que hemos atravesado luego de afirmar esa relación que estuvimos manteniendo bajo perfil ella parecía no comprenderme.
La vida desde mi punto de vista no ha sido justa, desde que tengo uso de razón he lidiado con enfermedades que solo me llevaron a ese nefasto trastorno que en ocasiones aparece para recordarme que aun soy vulnerable ante el resto, pero en ello recuerdo que ella está allí, ella, la única que aplaca todo temor e incita en que mi ser tenga ese gramo de valor que aunque este en mí solo con su sola presencia se refleja.
Mientras me encontraba en el estudio revisando algunas cifras que faltaban por dar el finiquito a lo que tenía pendiente, ella aparecía, demostrando esa fragilidad en su manera de ser, esa que destaca en su forma de mirarme, la cual aun sabiendo que habíamos cambiado algunos aspectos, ella seguía viéndose desprotegida, deseosa de mi atención y todo lo que no se puede decir con palabras…
Aunque al entrar lo hubiese encontrado aparentemente ocupado, su mirada fija sobre mí al haber accedido al estudio me dio el impulso de seguir. Zayn tenía ese hipnotismo en su forma de mirar, ese tan atrayente y fascinante como si se tratase de un mago que hiciera un hechizo para generar tal atracción e inquietud que era impensable ignorar…