EVANNIA, MAS ALLÁ DE LA SANGRE

Capitulo XX

—Pues, preferiría que no lo hiciera y sobre lo que acaba de decir no creo que Zayn siga necesitando de su apoyo psicológico, está logrando avances por sí mismo.

—¿Acaso me está expulsando de mi labor?

—Solo digo lo que es cierto.

—Pues lo lamento, de no escucharlo de Zayn o de su familia que no soy necesaria seguiré a la disposición. Con permiso.

Viéndola partir me generaba de nuevo esa sensación negativa, misma de la que no sabía si era correcto hablarlo con Zayn. No quería verme como envidiosa, celosa, ni nada parecido.

A poco de salir del baño un desequilibrio surgió de mí, mismo que afortunadamente por encontrarse cerca una domestica pude evitar caer. No sabía que me pasaba ya que de forma repentina perdía el equilibrio como si se tratara de un mareo.

—Señorita, ¿qué le sucede? La acompaño a la…

—Gracias por ayudarme, pero no debes molestarte, ya estoy bien.

Retornando a la sala de estar donde nos encontrábamos me topaba con la señora Rose y su esposo quienes parecían estar en medio de una discusión, mirando a los alrededores para ubicar a Zayn no lo divisaba, por ello pensaba donde podría estar. Ante este pensamiento de pronto escuchaba la voz de la señora Rose.

—Evannia, Zayn y Olivia están en el jardín. Mi hijo está dándole un breve recorrido mientras conversan sobre las terapias que tendrá mientras ella este en Londres.

—¿Terapias? No creo que Zayn las necesite.

—Es lo mismo que acabo de decirle, Zayn está bien, la presencia de esa doctora no la veo prudente asi como esa necesidad de estar con nuestro hijo. Se suponía que solo era una visita breve y luego se marcharía, pero ahora menciona que debe continuar las sesiones.

—Erick, no hagas deducciones que no son las correctas, quizás ella ve que Zayn necesita…

—Perdone lo que diré, señora Rose, pero estoy de acuerdo con su esposo, Zayn está bien, logrando avances por sí mismo. Me parece que hablare con el sobre esto, con permiso.

Buscándolo por el jardín no lo encontraba, luego de merodear para poder ubicarlo me tome la tarea de preguntar a las empleadas, mismas que me indicaban que los habían visto por la zona de Zayn. Confundida por lo que estaba sucediendo me encamine a la zona en cuestión. A medida que caminaba y no los ubicaba sentía un repentino temor de lo que pudiese descubrir.

Estando en frente de la habitación, luego de exhalar profundo entraba sin siquiera haber tocado.

Apenas entraba notaba que las luces estaban encendidas mientras las cortinas se encontraban como de costumbre, habiéndome adentrado lo suficiente visualizaba a Zayn sin camisa mientras la supuesta doctora lo miraba al mismo tiempo que tomaba asiento en su cama.

Sin ánimos de quedarme callada me acercaba hasta ellos para saber lo que ocurría.

—¿Que está sucediendo aquí?

—Evannia, ¿cómo llegaste…?

—hice una pregunta, ¿porque estas sin camisa frente a ella?

—Estábamos en medio de…

—No le hable a usted y por favor no se inmiscuya.

—Evannia, Olivia y yo solo charlábamos, creyó prudente ver mi aspecto para evaluarme.

—Esperare afuera, Zayn.

Luego de referir esas palabras salía mirándose tranquila, actitud que yo no podía tener, más aun después de lo que había visto.

—Me parece que fuiste injusta y grosera con Olivia, solo…

—No me parece correcto lo que hace, es como si te manipulara con sus palabras. Ni siquiera lo notas.

—Lo que dices no es cierto, nadie me manipula.

—De ser como dices porque permites que te mire sin ropa.

—Evannia, no debería decírtelo, pero estando en Noruega en algunas ocasiones ella me evaluaba sin camisa.

—¿Qué? como lo permitías, eso no está bien.

—Es por mi hemofilia, ella la evaluaba a nivel psicológico y quería ver como se manifestaba en mi aspecto. Tal como la doctora Sanders ella también piensa que mi enfermedad es de trasfondo psicológico la cual se refleja físicamente.

—Pues no lo acepto de ella, no me parece…

—¿Acaso estas celosa?—inquiría para seguidamente aproximarse hasta la puerta de su habitación.

Mientras volvía pensaba si sería correcto decirle que no solo se trataba de estar celosa, me sentía incomoda sobre esa doctora. Estando en esa divagación sentí su agarre desde atrás para luego percibir su ligero soplido en mi oreja, sensación que me agitaba y él lo sabía.

Girándome de frente a el sus labios se iban a los míos para seguidamente detener el contacto y escuchar su comentario.

—Mi trato con Olivia no es romántico ni mucho menos, no deseo que estés insegura. La única persona que mueve mi libido y demás emociones eres tu Evannia…. Generas tales sensaciones que en estos momentos no quiero seguir hablando.

Me situaba en su cama para luego contemplarlo desvestirse. Posteriormente nos compenetrábamos de un modo diferente, como si de esta manera me indicara que debía estar tranquila. Su tacto era delicado hasta la forma de succionarme, práctica que está vez suplicaba que la hiciera mientras recibía su empuje, ese que últimamente necesitaba más de lo normal.

No diría que me había convertido en una ninfómana, pero al empezar nuestra convivencia siendo una pareja formal nuestra intimidad se había vuelto más constante.

La sexualidad como la experimentaba con Zayn… era salvaje, no había un punto de mi cuerpo que no hubiese tocado. Los gemidos se habían convertido en esa melodía que frecuentemente resonaba en el departamento.

Tras haber recibido esa dosis de sexo esta vez en conjunto volvíamos hasta a donde estaba aguardando la doctora, la cual al mirarnos tomados de la mano y observar que no me alejaba indicaba que era hora de marcharse, señalando que al día siguiente volvería.

A pesar de que sabía que aún no se retiraría definitivamente sentía un poco de calma con respecto a mis inseguridades. Quizás esa reafirmación por parte de Zayn me llevaba a estar de esa forma. Al poco tiempo su padre aparecía donde estábamos.

—Zayn, debo hablarte en privado.

—¿Debe ser ahora?

—Sí, es necesario.

—De acuerdo, Evannia, aguarda por mí, planeo llevarte a un lugar que espero te agrade.

Con lo que había sucedido en la habitación supuse que las cosas entre Evannia y yo seguirían marchando bien, por ello no me preocupe de que algo cambiase entre los dos.

Tras haber atravesado la puerta del estudio esa copia fiel y exacta a mí no paraba de mirarme.

—Espero sea breve lo que debas decirme—exprese, cruzándome de brazos mientras me situaba de pie.

—Quiero la verdad esta vez, ¿qué ocurrió con Olivia Stokes en Noruega?

—¿Insistirás con eso nuevamente?

—Insisto porque hoy note lo que ella hace contigo.

—¿Cómo? ¿Qué estupideces dices?

—Seré directo, comprobé que sabe manipular y envolver mucho mejor que la zorra de Sasha.

—No las compares, a esa maldita solo le importaba su placer personal.

—Pues no veo la diferencia, solo que está es más descarada, aun en presencia de Evannia.

—No seguiré perdiendo mi tiempo, me largo…

—No te iras aun porque no he terminado—con la misma agilidad que suelo tener para moverme el me detenía—. La semana entrante me acompañaras a Birmingham, allí te darás cuenta de muchas cosas y con ello comprobaras que no necesitas de Olivia.

—De acuerdo, lo hare, pero quiero que hagas algo por mí.

—Tú dirás, siempre te he mencionado que puedo ayudarte en lo que desees.

—Se trata de Evannia, uno de sus hermanos…

—No hace falta que sigas, si es sobre eso ya lo sé, también quería comentártelo después de coordinar el viaje a Birmingham.

—¿Si lo sabias porque no habías dicho nada? ¿Porque esperar?

—Esperaba atar cabos para darte la noticia, tal parece que alguien con peor mentalidad que la nuestra está detrás de la desaparición de Maximiliano. En vista de mi destitución se me ha dificultado llevar las averiguaciones con mis informantes, pero lo solucionare luego de hablar con la desquiciada de tu bisabuela.

—Espero no toparme con ella, si es como la mencionas no deseo ni siquiera conocerla.

—Créeme, no es lo que busco. Solo espero la monarquía caiga y con ello todas las atrocidades que hacen.

La manera en la que hablaba de ello era algo que me causaba curiosidad, asi como el hecho de lo que tanto insistía en que supiese…