El oscuro secreto del jefe despiadado

Hermanastro

El hombre sabía que Ronald hablaba muy en serio, pero antes de que el hombre pudiera darle la noticia a Ronald, Elena salio de la cocina.

—¿Con quien hablas? —preguntó Elena.

—Solo con un detective que esta investigando a todas la chicas, ya quiero salir de esta pesadilla.

—Termina pronto de hablar, pronto estará la comida. —Ella regresó a la cocina.

El hombre al escuchar otra voz hablar sabía que habían interrumpido su conversación.

—Habla —ordenó Ronald por el teléfono.

—El resultado indica que hay un bajo porcentaje de que la niña sea de usted.

—Bien, eso es suficiente para mí.

—No obstante, comparte ciertos genes, así que ella es...

—Familia mía, pero ¿Como puede ser eso posible?

—No lo sé, señor Ronald, pero tiene que ser alguien cercano a usted, al parecer es de segundo grado, así que es hija de alguna familiar directo.

—¿Sera posible que sea la hija de mi padre? Se que él tuvo otra familia.

—Tendremos que averiguarlo, pero de confirmarse sabe que no será nada bueno para usted.

—Lo entiendo, lo analizaré.

Elena llevó los platillos al comedor, Ronald se acercó donde ella.

—Se mira delicioso.

—Se que no lo hice igual a Meylin, pero espero que te guste.

—Tenemos un problema —dijo Ronald.

—¿Que sucede?

—La mujer que dice haber quedado embarazada de mí realmente no es mío.

—Eso es bueno para ti.

—No, la niña lleva mi sangre. —Ronald quedo viendo a Elena—. Lleva sangre Wilson.

—¿Como es posible eso? Al menos que la madre también lo sea, pero ¿como?

—Lo único que se me ocurre es que sea la hija de mi padre, estoy seguro que nunca estuve con ella, ahora que lo pienso, no había entendido el riesgo de haber estado con un familiar.

Ronald llamó a Martín.

—Traeme a la chica.

—Señor Ronald, ella dijo que se reuniría con usted solamente con su abogado, de lo contrario no lo haría.

—Pues que venga.

Pensar en que prácticamente habia encontrado a la hija perdida de su abuelo y ahora a la hija de su padre, ¿qué otro secreto ocultara su familia?

—Elena - habló Ronald.

—¿Qué sucede?

—Necesito que tu empresa compre a la mía y yo reducir el patrimonio considerablemente.

—¿No crees que sería muy evidente?

—No, aprovecharemos que ahorita esta ese escándalo, dejaremos qué la prensa diga todo lo que quiera decir y con eso tu podrás comprar sin problema.

—Entiendo, la quieres proteger.

—Es el esfuerzo de mi familia, no solo de mi padre, sino también de mi abuelo y bisabuelo.

—No diré nada con respecto a eso, pero solo no quiero que sigas cometiendo más errores de ese tipo, Ronald, al final solo es dinero, tu tendrás la capacidad de producir más, en cambio ellos quizás no.

—Por lo mismo, no dejaré que me usen para ganar más dinero.

Martín de puso en contacto con la chica, pero esta estaba renuente a reunirse con Ronald. Martín había tomado una muestra de saliva y se lo entrego a su Jefe. Eso fue suficiente para demostrar que ella era su hermana.

Como no quería llegar donde él, entonces él fue donde ella, sabía que trabajaba en una cafetería, así que no fue difícil.

Ronald se sentó a esperar, cuando la chica llegó se sorprendió de verlo.

—Señor Wilson, le he dicho que no quiero hablar con usted, si no está dispuesto a reconocer a su propia hija.

—Toma asiento —ordenó Ronald.

—Lo siento, pero estoy trabajando. —Lo que la chica no sabía era que Martín había entrado a la cafetería y había pagado la cuenta de todos y además de dejar una gran propina para que el lugar pudiera cerrar por un momento.

—No creo que las demás mesas requieran tus servicios.

La dueña se acerco a la chica.

—Atiende al señor, no te preocupes por los demás.

La mujer quedó viendo a Ronald.

—Solo tienes cinco minutos, esta conversación no la puedo tener sin mi abogado.

—Dime algo, ¿en que evento tu y yo nos hemos visto? Si alegas que es mio entonces recordarás eso, yo no duermo con la misma mujer dos veces.

—Al parecer usted estaba tan ebrio qué no lo recuerda.

—Vas mal, no me embriago con facilidad y si eso llega a pasar mis hombres me sacan de ahí.

—Con todo respeto, señor Wilson, no seguiré esta platica, solo hágase responsable de su hija.

—¿Como se llama tu madre, Rose?

—¿Qué tiene eso que ver conmigo?

—Simple, te niegas a la prueba porque no es mi hija, pero quiero conocerte más, ¿como se llama tu madre?

Rose se quedó en silencio.

—Ella se llama Jennifer, mi padre la abandono cuando al poco tiempo de haber nacido.

Un hombre se acerca a la mesa donde ellos se encontraban.

—Rose, este es un médico de confianza, me gustaría que te hiciera una prueba de adn conmigo.

—¿Por que?

—Mi asistente se llevó la copa de donde tomaste y la comparamos con mi adn, resultando qué somos hermanos, quiero repetir la prueba para confirmar eso.

—¿Qué hizo que? Lo hizo sin mi consentimiento.

—Si puedo, no te force a darme la muestra, ahora puedes confirmar eso o simplemente olvidarte de todo el asunto.

Rose extendió su brazo hasta el doctor.

—Si es así quiero lo que me corresponde.

Una leve sonrisa apareció en em rostro de Ronald.

Mientras ellos hacían eso, Elena estaba procediendo a la compra de la empresa de Ronald.

—Ahora comunícate con tu abogado y retira la demanda.

—No lo haré hasta que esto se confirme y no intente nada, señor Wilson.

Ronald no dijo nada, se retiró de ahí.

—Hija, ¿que quería ese tipo?

—Mamá, ¿soy una Wilson?

Los ojos de la señora se abrieron grandemente.

—¿Eso te ha dicho él?

—Hara un comparativo, pero quiero que me digas si lo soy.

La mujer se sentó, pensó que se había alejado ll suficiente de esa familia.

—Lo eres, tu padre es Javier Wilson, pero simplemente nos distanciaron de esa familia, ahí no hay nada bueno.

—Todo este tiempo me ocultaste la verdad, imaginate si realmente me hubiera acostado con Ronald.

La madre solo se quedo callada, sabia que su hija estaba demandando a Wilson, pero no esperaba que la verdad saliera a la luz.

Cuando Javier decidió que era mejor alejarla de la casa, la madre de Wilson le recomendó este sitio, le dejo unicamente cinco mil dolares y luego se retiraron. Javier en ocasiones la visitaba y le dejaba más dinero, pero un día dejo de llegar, los días se fueron sumando hasta llegar a pasar años, posteriormente se dió cuenta que él falleció.