Sekhmet:
Me adentro en el abarrotado comando, sintiendo la presión de mis hombros y músculos, manifestando las escasas ganas que tengo de finalmente ceder ante el cansancio que me embarga de un día para otro.
Mantengo mis ojos fijos en Sebas, mientras corre por el extenso circuito basado en lugares donde como bien se ha conocido las luchas basadas de misiones anteriores, continuando con toda la atención de aquí para allá realizando sus entrenamientos, y mis labios moviéndose con aquella deliciosa hamburguesa en mis labios, disfrutando de sentirme orgullosa por aquel rubio de ojos celestes que se agitaba con cada salto.
Mis labios se alzaron en una sonrisa cuando con su pecho agitado, el sudor corriendo por su cara, su cabellos despeinado y con sus cachetitos sonrojados se aproximaba a
