Éramos menos cuando volvimos al castillo Lochindorb. Algunos murieron en la batalla o habían sido asesinados por los vengativos hombres de Moray en el campo. Otros simplemente habían regresado a sus hogares con su botín, pero los más comprometidos, la guardia de Alistair, los gallowglass, la confederación del clan Chattan y los cáterans de Ruthven siguieron marchando por el campo humeante hacia el páramo de Dava.
El castillo Lochindorb nos dio la bienvenida al son de las gaitas y con una recepción de mujeres entusiastas, traídas especialmente desde Ruthven por la ocasión. Alistair y la guardia fueron los primeros en cruzar en el bote, luego los gallowglass y al final más o menos una veintena de cáterans con los pocos prisioneros que trajimos. Por algunos pediríamos rescates, otras eran mu
