Capítulo 03 El comienzo de una pesadilla

2549 Words
Me bañé y me vestí hermosa para que mis hijos me vean lo mejor posible, bajé hasta la cocina para darle unas instrucciones a Nancy de lo que quería para la cena, espero que Henry me devuelva a mis hijos la noche de hoy —Buenas noches Nancy ¿Qué estas preparando? —Buenas noches señora, estoy preparando una pasta blanca con camarones y crema de champiñones ¿quiere usted que cambie el menú? —No, ese está perfecto, además a mis hijos les encanta la pasta, lo único que quiero que cambies es la crema de champiñones, mejor una bechamel con queso mozzarella —Como diga señora —Te he dicho que solo me llames Mayo, ya no soy más tu señora —Sigue siendo la señora de esta casa, todo lo que usted tiene hasta ahora se lo ha ganado a pulso, no vaya usted a dejarle todo esto a una aparecida, piense en qué es el legado de sus hijos, mi niña, te conozco desde hace más de quince años, estuve aquí desde el primer día que entraste por esa puerta, feliz y plena y aunque esta casa estaba llena de lujos quien le dio vida a este lugar fue usted, no dejes perder todo esto por rabia, sus hijos son quienes están primero y aunque esa niña que está por nacer no tiene la culpa de los errores que cometen los padres tengo que decirle que siempre será la hija fuera de un matrimonio, así que levante la mirada, deje de llorar que el mundo no se detiene aquí y vaya a esperar a sus hijos, dele mucho amor y nunca les demuestre que la vida la ha golpeado fuerte, para ellos usted siempre será una gran mamá —Es inevitable no llorar Nancy con todas esas lindas palabras que me dices, tú siempre estás ahí para mí, eres como una segunda madre para mí y te quiero mucho, no quiero que me dejes sola en este proceso, eres mi mejor amiga y mi mano derecha —Descuide que nunca la dejaré sola, estaré aquí para usted siempre, ahora vaya a la sala, tome asiento y en breve le mando una copa de vino para que empiece a celebrar que sus retoños volverán —Gracias, iré a esperar a mis bebés —me salí de la cocina con una sonrisa enorme y con todas las ganas de volver abrazar a mis hijos, tomé asiento y tomé la copa de vino que Nancy me había enviado, pero ya el vino se agota y nadie atraviesa la puerta, los minutos pasan y mi desesperación es más abundante, no me puedo esperar más o esta angustia me va a matar, debo llamar a Henry, le marqué varias veces, pero este no contestó, quizás no lo escucha o está en una reunión ¿Por qué no trae a mis hijos? El timbre de la casa sonó y yo fui corriendo para abrir la puerta—. ¿Tú? —Buenas noches señora —¿Dónde está Henry? ¿Por qué no llega con mis hijos? —Disculpe señora, pero el señor me envió aquí para informarle que no volverá a ver a sus hijos hasta que a él le plazca, los devolverá a la casa cuando él esté seguro de que usted desistió completamente del divorcio —¿Que estás diciendo? ¿De qué demonios me hablas? ¿Dónde están mis hijos? —No lo sé señora Mayo, yo solo sigo ordenes —Quiero a mis hijos devuelta ahora o Henry sabrá de lo que soy capaz Mientras le hacía preguntas al chófer de Henry, mismas sin respuestas, el teléfono de este sonó, así que contestó —Si, señor aquí estoy frente a la señora, tenga señora su esposo le habla —Hola ¿Dónde están mis hijos? Henry me mentiste —No te mentí, te devolveré a tus hijos cuando me convenzas de dejar las cosas como estaban antes —¿Que más quieres de mí? Ya le quité el poder al abogado, ya no me representará, así que lo del divorcio esta cancelado, cumplí mi palabra así que cumple la tuya —Todo a su tiempo mi querida esposa Henry me había cerrado el teléfono, así que no me dio tiempo de decirle unas cuantas verdades más, no me quedó más opción que volver a mi habitación y acostarme en la cama a llorar otra vez, es lo único que hago desde que ese hombre sacó sus garras. No sé cuánto tiempo ha pasado solo abrí los ojos y creo que ya el sol salió, me levanté muy lentamente, me paré frente al espejo y observé que mis ojos estaban muy hinchados de haber llorado la noche anterior, miré la hora y apenas son las ocho de la mañana, me desvestí y caminé hasta el baño para darme una ducha. Minutos después del baño fui hasta mi closet a buscar algo para vestirme, la verdad es que no tengo ganas de nada, me senté en la cama y cuando iba a llorar otra vez la voz de mi hijo menor me terminó de reanimar —Mamá, mamá ¿Dónde estás? —¿Arturo? ¿Eres tú hijo? —Si madre, abre la puerta por favor Me levanté de la cama como alma que lleva al diablo y abrí la puerta, si es mi hijo, así que lo abracé tan fuerte que casi le quito la respiración —Mamá, me vas a dejar sin aire ¿Por qué actúas como si no me hubieras visto en años, apenas duramos dos días fuera de casa —¿A dónde fueron? ¿Por qué no me dijeron nada? Me asusté mucho —¿Estas bien mamá? —Si mi amor —No pareces estar bien, papá nos dijo que te había contado que nos llevaría a la casa de campo del sur —Quizás lo olvidé hijo, es que los extrañé tanto, no te imaginas cuanto ¿y tu hermano? —Ya sabes cómo es él mamá, llegó y se encerró en su habitación, quizás la pubertad lo está cambiando —Jajaja… tú y tus cosas, siempre buscándole el lado alegre a las cosas, que no se te olvide que tú también pasarás por eso —Lo sé mamá, pero nunca me alejaré de ti siempre estaré pegado a ti ¿te digo un secreto mami? —Dime amor —Te amo a ti más que a papá, eres mi ejemplo a seguir y cuando crezca quiero ser tan bueno y amable como tú —Tan bello mi hijo, yo también te amo mucho, más que a mi propia vida, tú y tu hermano son lo más importante en mi vida, son quienes me permiten respirar cada día, los amo más allá de mis limites —Sabes bien que escuché todo lo que papá y tú hablaron el otro día y creo que es un tonto, que no sabe la mujer tan increíble la que está perdiendo, nunca estaré del lado de él —Hijo te pediré de favor que no te metas en las cosas de tu padre y mía, son situaciones que pasan las parejas cuando ya tienen muchos años de casados, en este caso nos tocó a nosotros, pero ya verás que todo se va arreglar —creí que mintiéndole a mi hijo me sentiría mejor ya que lo mejor para él es mantenerle su inocencia de familia feliz intacta. —No soy un bebé mamá, soy lo suficientemente grande para saber que todo está mal, que ya no son felices, que están juntos por las apariencias, yo no quiero que sufras y te prometo que te cuidaré siempre mamá porque tú eres mi ejemplo a seguir —¿A qué horas creciste tanto bebé? ¿En qué momento mi principito se volvió un príncipe grande? Ven para acá y dale un abrazo a tu madre que te ama tanto —Te amo mamá Nos quedamos unos minutos abrazados ya luego mi hijo se despidió y bajó a jugar a la sala de juegos, así que aproveché para terminar de vestirme e ir a ver a mi hijo mayor Andrés, no sé por qué él está tan alejado de mí, en estos últimos días nos hemos alejado a tal punto que ya ni me mira a los ojos y eso me tiene preocupada, salí de mi habitación y caminé hasta la habitación de mi hijo, me paré frente a la puerta, levanté mi mano para tocar pero no lo pude hacer, me di media vuelta y decidí marcharme de allí, es mejor dejarlo en paz y darle su propio espacio ya que él está en plena adolescencia y creo que lo más normal es no molestarlo o hacerlo sentir incómodo. Bajé a la sala de juego para compartir un rato más con mi hijo menor y llegó quien faltaba, el señor Henry. —Buenos días familia ¿Cómo estás querida Mayo? Mi reacción fue tan molesta que solo lo miré y sonreí sarcásticamente —¿Te da risa que te de los buenos días amor? —No te atrevas a decirme amor, hipócrita maldito, si quieres llevar las cosas en paz lo mejor es que actúes como que no existo —Ya bájale Mayo, deja de ser tan infantil y acepta que ya no te amo —Ya eso lo sé y quizás nunca me amaste, quien sabe, lo único que te agradeceré el resto de la vida es haberme regalado estos hermosos hijos, de lo único que no me arrepiento es de eso —Me enamoré Mayo, esa joven me volvió a revivir el alma, volvió a despertar algo en mí que ya estaba muerto, nunca quise hacerte daño solo quiero que seas feliz al lado de tus hijos —Tú solo quieres seguir teniendo el control de todas las cosas, llegará el día en que me libere de ti, no hoy ni mañana pero algún día será, y ese día no volveré a ver tu cara jamás —¡Ya basta! ¡Basta! ¡Basta! ¿Por qué no se separan y dejan de pelear? ¿No se dan cuenta que nos afecta? Que mi hermano ya no es el mismo desde que los escuchó discutir, desde que te escuchó a ti papá decirle a mi madre lo mucho que la detestas, madura papá, mamá no tienes por qué rebajarte a responder sus provocaciones Mi hijo menor estaba en medio de todo esto, no aguantó y explotó, se desahogó a tal punto que los controles de su juego quedaron quebrados todos en el piso. Me levanté y me fui detrás de él corriendo, nunca antes había visto a mi bebé tan enojado, el más sensato de mis hijos llegó a su límite Mi hijo se encerró en su habitación y puso llaves así que decidí tocar Toc, Toc… —Hijo abre la puerta por favor, hablemos —Perdón mamá, pero no quiero hablar ahora —Está bien mi amor cuando estés listo hablamos, si me necesitas me llamas por favor —Lo tendré en cuenta madre Di tres pasos hacia atrás y me despegué de la puerta, entré hasta la habitación y me senté en la cama a llorar, mientras mis lágrimas caían yo pensaba en cómo decirles a nuestros familiares más cercanos lo que estaba pasando en casa, aunque Henry me prohibió decirles a los de afuera yo si les contaré a mis padres y a los suyos lo que el señor perfecto ha ocasionado así que tomé el teléfono e inicié una llamada en conferencia, en ella estaban sus padres y los míos —Hola querida Mayo ¿Qué tal todo? —Hola señora Carla, nada está bien, todo está de cabezas y prefiero ser yo quien les cuente las cosas que están pasando actualmente con mi familia —Hija mis nietos ¿Están bien? —Hola mamá, si mis hijos están bien dentro de lo normal —¿A qué te refieres con dentro de lo normal? —Señora Carla su hijo y yo no estamos para nada bien, hace unos días llegó de una forma extraña a la casa, al insistir en lo que le pasaba él me restregó en la cara que hacía más o menos un año él estaba manteniendo una relación extramarital con una chica mucho más joven que él y que estaba esperando a su hija —Eso no puede ser, mi yerno no es así, hija algo debiste haber hecho mal para que él buscara a alguien más —¿Te estás escuchando madre? Estas justificando algo que para nada tiene una justificación, Henry me engañó, por su culpa mis hijos están afectados, divididos y hasta encerrados en sí mismos, la verdad no entiendo tu comentario madre —¿Acaso crees que tu padre me ha sido fiel en estos cuarenta años de matrimonio? No hija, los hombres necesitan cosas nuevas, ver carne fresca ya luego ellos vuelven con el rabo entre las piernas, pero ten por seguro que él nunca dejará a su familia —No puedo creer lo que estoy escuchando —¿Me pueden dejar hablar por favor? —Tiene la palabra señora Carla —Bien, lo primero es que mi hijo no tiene justificación alguna para haber engañado a una mujer tan buena y noble como tú, lo segundo es que nadie tiene la obligación de quedarse en una relación después de que la confianza fue quebrada, usted señora yo no sé qué clase de matrimonio usted tuvo con él padre de Mayo, pero de lo que sí estoy segura es de que nada de lo que usted dijo tiene fundamento, yo tengo cuarenta y dos años casada con el padre de Henry y nunca confirmé que me fuera infiel de haberlo hecho hoy no estuviésemos casados, Mayo sabes que te veo como una hija más, eres la madre de mis nietos, y te has sabido ganar el cariño y amor de la familia no mereces lo que mi hijo te hizo así que puedes tomar la mejor decisión que consideres prudente — —Muchas gracias señora, pero las cosas no son tan fáciles como se ven, su hijo no me permite divorciarme de él… —Muy bien por mi yerno, no debe dejar su casa por irse con una aventura —Madre ¿quieres dejar de defender a ese hombre? Que no se te olvide que yo soy tu hija —Señora por favor deje de interrumpir a Mayo y escúchela antes de defender a mi hijo, Mayo querida ¿por qué dices que es difícil? —Su hijo me prohibió divorciarme, me dijo que si lo hago me quitaría a mis hijos y no solo me amenazó lo hizo —¿Henry se llevó a mis nietos? —Si, lo hizo y me asustó mucho ya los trajo a casa y me dijo que si sigo insistiendo me los quitaría definitivamente, prefiero quedarme casada con él antes que se lleve a mis hijos de mi lado —Tranquila querida yerna, todo tarde o temprano vuelve a su lugar, tiempo al tiempo querida —Gracias —ese gracias al final de la llamada salió con una lagrima, todo volvió a estar como estaba antes de esa incomoda llamada, soledad y tristeza.
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD