CAPITULO TRES

1743 Words
— Levanta la barbilla. —Le dice su amiga y Cleo la mira, confundida, mientras hace lo que le dice— Está bien, nada de chupones ni marcas extrañas. Ahora sí, vas a contarme con quién estabas y todo el resto. — Me encontré con Aaron. —Soltó de repente y Emma la miró seria. — ¿El idiota de tu ex? —Asiente con la cabeza y ella la observa con los ojos bien abiertos— ¿Qué estupidez hiciste, Cleopatra? — Solamente nos cruzamos en la fábrica y eso, hablamos un poco y me contó algo impresionante. — ¿Hablaron de algo sobre el accidente? — Sí. Recuerdos vagos pasan por su mente, la muerte de su mejor amigo fue lo peor que le ha pasado en la vida, el sentir como alguien inconsciente le arrebata algo que amaba mucho por la fuerza es un dolor inexplicable, días después de su funeral su grupo de amigos se separó y cada uno tomó un camino diferente, desde ese día no volvieron a hablarnos, por lo menos hasta esa noche. Leo era como el pegamento del grupo, todos estaban unidos y se mantenían juntos gracias a él. Cleopatra no se animó a contarle lo que Aaron le había dicho, así que solamente esquivó un poco el tema y sus preguntas. — Lo odio. —Pronuncia en tono bajito, casi susurrando, pensando que ella no la escucharía. Ya había pasado más de una semana desde que Cleopatra se encontró con Aaron, durante todos esos días estuvo pensando si de verdad quería saber quién fue o qué pasó realmente esa tarde del accidente, sentía la necesidad de obtener pistas o partes faltantes como si de un rompecabezas se tratara. Dos días después de encontrarse con su ex, Jordan la llamó para encontrarse y explicarle su versión de la historia. Cleopatra no quería aceptar, pero la duda era mucho más grande, así que accedió y organizaron qué día sería, es decir, hoy. + Al entrar en la cafetería, se pidió lo de siempre, un batido de frutilla, para matar el hambre y los nervios que le provocaba encontrarse con personas del pasado. — Ya me preguntaba cuándo aparecerías. —Levantó su mirada conteniendo una sonrisa. — Hola Cleopatra, ¿Cómo estás? Yo estoy bien, gracias por preguntar. —Responde con tono burlón. — Déjame decirte mis dos puntos. Primero, ya sabes que odio que me digas Cleopatra. Y segundo, ¿También vienes a tomar algo o sólo me estás siguiendo como ayer? — Un poco de las dos. — ¿Ahora tengo un acosador? — Acosador no, sería más como un guardaespaldas personal. Después te lo explicaré bien y me lo vas a agradecer. — ¿Agradecerte que me acoses? ¿No crees que es algo un poco raro? — Sé que suena raro, pero te lo explicaré bien cuando sea el momento, lo prometo. — Si tú lo dices. Como sigas acosándome y no me expliques el porqué, te denunciaré. —Le dice y él hace una mueca. — Cambiando de tema, me enteré que vas a hablar con Jordan. — Es en serio que me estás asustando, Aaron. —Le responde— Y sí, quedé para hablar con él, aunque se le hizo un poco tarde. —Observa su muñeca fingiendo tener un reloj. — ¿Quieres que te haga compañía? —Pregunta sentándose en la mesa.— Lo lamento, ya me senté. —Habló, y le guiñó un ojo, antes de que ella pudiera decir algo. Aaron se quedó junto a ella, aunque en silencio, hasta que Jordan llegó. — Miren quién llegó, pensé que no vendrías. —Le dice cuando ve que se acerca a donde estaba sentada. — Lamento el retraso, estaba algo ocupado y me olvidé de avisarte que llegaría más tarde. — Bueno, tuve un poco de compañía digamos —señala al nuevo peli-n***o — que ya se tiene que ir. —Comenta con un tono fuerte, Aaron se despide y Jordan se sienta— Vayamos al punto, por lo que sé, estuviste hablando con Luciano ¿Es verdad que provocaron el accidente? — Sí, es verdad, Luciano me contó que durante este tiempo él había estado investigando todo esto y se dio cuenta que no podría haber sido sólo una coincidencia. Así que se puso en contacto con unos policías o investigadores privados, no sé exactamente qué eran, y empezaron a indagar sobre el tema. —Le responde— Por lo que él me había dicho, ha estado en el pueblo desde que pasó el accidente, pero no quería que nadie se entere. —Cuenta, aunque a Cleopatra eso le resulta un poco sospechoso. — Pero ¿Cómo se enteró que fue provocado? — No lo sé, no me lo contó. Jordan no se quedó mucho tiempo junto a ella, debido a que tenía que seguir buscando información sobre todo lo que se había enterado. Cleopatra aprovechó la situación, y que todavía estaba a la luz del día, para volver a esa fábrica. Todo lo que le dijeron la había mareado por completo y necesitaba meditar, sabía internamente que tendría que tomar cartas en el asunto, pero pronto. Otra vez se encontraba allí, en esa vieja fábrica, dónde los recuerdos comenzaron a llover por su mente. >Primer Recuerdo - 4 años antes — Leo ¡Suelta eso! —Intentó sacarle la tela vieja que se encontró llena de polvo y suciedad— ¡No toques nada! — Vamos Cleo, es divertido. —Se la lanza a su cara, riéndose. — ¡Leonardo Rossi! —Ella comienza a corretearlo hasta que lo tiró al piso— No vuelvas a hacer eso, quién sabe dónde estuvo eso. — Ay Cleo, cálmate, no es para tanto. >Fin del Primer Recuerdo - 4 años antes Lágrimas comenzaron a caer por sus mejillas. Lo extrañaba demasiado. >Segundo Recuerdo - 4 años antes — Bueno, cuenten otro chiste. —Dice Jordan. — Cleopatra, cuenta uno. —La anima Aaron. — No, no soy buena contando chistes. — Tortolitas, no sé si sabían, pero estamos acá presentes. —Le dice Leo a la pareja que se estaba besando al lado suyo. — Chicos, no sean aguafiestas. —Les reprocha Eva. — ¡Se me ocurrió uno! —Grita Leonardo asustándolos a todos. — Leo, no grites que no estamos sordos. —Lo regaña Cleopatra. — Ya cuéntalo. — Este bello chiste va dedicado a mi hermosa amiga Cleo. —Se aclara la garganta— Eres tan bajita que para bajar de la acera tienes que llevar paracaídas. >Fin del Segundo Recuerdo - 4 años antes Una pequeña risa sale de ella. Él siempre estaba inventando chistes malos para hacerlos reír o para burlarse de ella, pero igual lo amaba. >Tercer Recuerdo - 4 años antes — Cleo, ¡No te muevas! — Aaron, ¡Cállate o nos van a escuchar! —Cuando ella terminó de decir esto, Aaron, inmediatamente, le tapó la boca con su mano. Estaban escondidos debajo de las escaleras, junto a sus amigos habían pensado que sería buena idea jugar a las escondidas, aunque, cabe recalcar, el sitio es enorme y ya estaban tardando demasiado. — Shh, ahí viene Mojojojo. —Susurra. — Cleo. —Jordan dice su nombre canturreando — Aaron. —Ella comenzó a reírse. — Basta, nos va a encontrar. —Le reprocha— Ya que no cierras esa jodida boca me veo obligado a hacer esto. —La besó para callarla, su corazón había empezado a palpitar a mil por hora. Lamentablemente el beso no duró mucho, debido a que una tos los interrumpió. — ¿Qué estaban haciendo? —Les pregunta Jordan mientras subía y bajaba sus cejas de forma graciosa. >Fin del Tercer Recuerdo - 4 años antes Cleopatra sintió una presión en su pecho. Abrazó sus rodillas y siguió llorando, todavía dolía. >Cuarto Recuerdo - 3 años antes — Leo, ¿Estás aquí? —Lo llamó mientras revisaba la fábrica— Leo, como me llegues a asustar, te juro que te dejo estéril. Caminó un poco más hasta que vio un pequeño caminito con velas. Siguió por todo ese camino hasta que llegó a la terraza, donde todos sus amigos le habían preparado una fiesta sorpresa. — ¡Sorpresa! Gritaron todos al mismo tiempo. — Feliz cumpleaños a ti, feliz cumpleaños a ti, feliz cumpleaños pequeña Cleo, feliz cumpleaños a ti. —Le comenzaron a cantar entre todos. — No lo puedo creer, los amo chicos. —Dice ella mientras se le caía una que otra lágrima— ¡Son increíbles!, pensé que lo habían olvidado... — ¿Cómo nos lo íbamos a olvidar?, todo era parte de nuestra "pequeña" sorpresa. —Le abraza— Felices 16 años, enana. — ¡Abrazo! —Grita Leo corriendo hacía ellos. El abrazo se convirtió en un gran abrazo grupal, se quedaron hasta tarde comiendo, riendo y contando anécdotas graciosas. Eva se levanta de donde estaba sentada y les avisa que quería decir unas palabras, pero Leo la interrumpió y comenzó a hablar. — Cállense y escuchen al Rey. —Se aclara la garganta y hace una reverencia— Mi bella amiga, mi diosa egipcia, mi Cleopatra, te conozco hace mucho tiempo y sé lo loca que estás, siempre has estado ahí para mí y sé que siempre lo estarás. Sé lo importante que es esta fecha para ti y quiero que sepas que, desde ahora, vas a ser la futura madrina de mi futuro hijo ¿bueno?, te quiero y feliz cumpleaños... >Fin del Cuarto Recuerdo - 3 años antes — Cleo, ¿Por qué estás llorando? ¿Pasó algo? —Le pregunta Aaron acercándose a ella, no sabía en qué momento había llegado. — Se supone que yo iba a ser la madrina de su primer hijo y también se suponía que íbamos a tener un final como el de cuentos de hadas. —Más lágrimas caen— Seríamos mejores amigos hasta el final de nuestros días, nos queríamos mudar juntos y —él pasa su mano por el rostro de ella para secarle las lágrimas— y queríamos adoptar un perrito. Ahora todo eso no se podrá hacer porque él ya no está. — Cleopatra… La abrazó fuerte y ella comenzó a llorar sin parar, desde que él murió no había podido descargarse con nadie, siempre que lloraba lo hacía a escondidas, pero se dio cuenta que ya no más, ya no lo podía soportar.
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD