CAPÍTULO SIETE

1454 Words
Jordan abrió la puerta de la habitación poniendo mucha más fuerza de lo que pensaba, esto hizo que esta chocara contra la pared. El estruendo se escuchó por todo el departamento, Aaron se levantó de un salto poniendo en posición de ataque, Jordan lo miró, sorprendido, y luego soltó una carcajada. — Tranquilo, tigre. Sólo vine a buscar algo. —Le dice y Aaron bufa, volviéndose a acostar. Otro estruendo resonó, ambos se miraron con pánico, el ruido provenía de la cocina. Jordan respiró pesadamente buscando por la habitación algo para defenderse, no encontró mucho gracias al desorden de Aaron, pero él sí encontró, tenía un viejo bate de béisbol que usaba cuando era más pequeño. A la cuenta de tres salieron sigilosamente por el pasillo mirando a todos lados, parecía que no había nadie por allí. Al llegar a la cocina se encontraron con una ventana rota y una roca tirada en el piso, la cual tenía una nota envuelta y amarrada con cinta adhesiva. “ Tengan cuidado, no soy una persona amigable, y esto va más para ti, Jordan Webber. “ El miedo se empezó a apoderar del cuerpo de Jordan, sus manos temblaban, su frente sudaba y sentía escalofríos recorriendo todo el cuerpo. Aaron le arrebató la nota de las manos y lo tomó de sus hombros, obligándole a que lo mirase. — Jordan, escúchame, en estos momentos necesitamos estar todos juntos, no importa cuánto miedo tengamos, ¿Si? — Lo sé, lo sé. —Dice intentando convencerse.— No quiero estar aquí, vámonos a dónde sea. Estaban tomando sus cosas cuando en el teléfono de Aaron apareció una llamada entrante, al fijarse era Cleopatra. — Cleo, dime. —Responde, pero nadie responde, todo queda en silencio— ¿Cleopatra? — Aquí estoy, ya estoy en mi casa, Emma me dejó aquí hace unos minutos. —Le responde y él suspira, aliviándose.— ¿Puedes venir? Estoy sola, mi madre se ha ido y no sé a dónde. — Bueno, ahora salgo para allá, pero iré con Jordan, nos acaban de dejar otra nota. —Le dice. Antes de subirse al coche de Aaron revisaron que todo estuviera en órden, ninguna sabe de lo que esta persona podría ser capaz. Los frenos estaban bien al igual que el tanque de combustible, chequearon las cosas unas dos veces para asegurarse de que no se les escapaba ningún detalle. Aaron comenzó a conducir en dirección a la casa de Cleo, pero Jordan lo frenó a los dos minutos al ver algo extraño en una de las ventanas. — Cuando lleguemos a lo de Cleo lo revisaré, no quiero frenar en este momento donde no hay nadie cerca, es espeluznante. —Le dice él, intentando mantener la calma. No obstante, no podía no quedarse viendo la ventana desde el espejo retrovisor, parecía que alguien lo había rallado, pero hasta no inspeccionar de cerca no estarían seguros. Al llegar a su casa, Cleopatra dejó que guardara el coche en el garage, aprovechando que su madre no estaba en la casa. Ella continuaba desempacando y guardando sus cosas. Aaron al revisar la ventana lo notó, no eran líneas sin sentido, formaban la palabra “Escóndete”. Jordan miraba sin poder asimilarlo, todo lo que había ocurrido en tan pocos días era sorprendente, pero de mala manera. — ¿Quién sería tan idiota de hacer algo así? —pregunta con enojo y repasa con la yema de sus dedos los rayones. — No lo sé, hermano. —Le responde Jordan pasando su brazo por los hombros de Aaron y sacándolo del garaje, lo único que iba a lograr es terminar de enloquecer. Cleopatra termina de prepararles algo para tomar y se sientan todos en la barra de la cocina, ella suspira pesadamente y Aaron lo nota. — ¿Está todo bien? — No, es Emma lo que me está preocupando. — ¿Qué pasa con ella? — No lo sé, está actuando raro desde que ustedes volvieron. — Tal vez son celos, Cleo, es normal. Ahora sabe que tú tienes más amigos que sólo ella. Cleopatra asiente, aunque no está convencida, ella la conoce, algo más tiene que haber. Luego de las bebidas, ella les ofrece a sus amigos que se queden con ella, por lo menos esa noche, y ellos aceptan sin dudarlo. Jordan dormiría en la habitación de huéspedes, mientras que Aaron dormiría en uno de los sofás. Las luces se apagan y todos se acuestan en sus respectivos lugares. Cleopatra se queda mirando el techo durante varios minutos, no podía dormir, no después de todas las amenazas que había estado recibiendo. Cada vez que leía una nueva quedaba aún más horrorizada, algo que ella odiaba era que se metieran con las personas que ama. Su puerta comienza a abrirse sigilosamente, una silueta negra, que ella ya conocía, aparece y se acuesta a su lado. Ella ríe levemente contagiando a la persona que tenía al lado, se gira para quedar frente a frente y, aunque todo estaba completamente a oscuras, podía notar la sonrisa ladeada que tenía. — ¿Qué haces aquí, Aaron? — Es muy incómodo tu sofá, ve a dormir tú a ese lugar. — No me iré de aquí, es mi propia cama. — Entonces deja que duerma contigo, como los viejos tiempos. — Está bien, sólo si insistes… Ambos sabían lo que podría llegar a pasar, la tensión que aún seguía entre ellos se notaba a kilómetros de distancia. Aaron comienza a trazar suavemente la forma de su rostro con sus dedos, pasando desde su oreja, por su barbilla hasta llegar a sus labios. Él se apoya sobre su brazo, de forma que queda sobre el rostro de Cleopatra, pero sin llegar a tocarse. Primero roza sus narices, sacándole una sonrisa, y después de eso comienza a rozar sus labios, como había pasado en aquel lago. Ella esperaba impaciente, coloca sus manos en el cuello de él y tira para abajo, uniendo sus labios en un beso delicado y lleno de nostalgia. Sus labios danzaban, como si se estuvieran volviendo a descubrir, ella dejaba que él tomara el control, para luego quitárselo. El beso continuó durante largos minutos, la intensidad fue subiendo volviendolo extasiante e intenso. Las horas pasaron, el sol salió, un nuevo día empezaba. Aaron fue el primero en levantarse y darse cuenta lo que había pasado, tenía a Cleopatra a su lado, cubierta por las sábanas y con los ojos aún cerrados. Él aprovechó ese momento para escabullirse e ir directamente a la cocina, no obstante, antes de bajar, pasó por donde estaba Jordan para despertarlo. — ¿Qué pasó anoche? —preguntó él, observando las expresiones del peli-n***o. — Nos besamos. —Responde. — ¿Y qué más? —Jordan indaga, sin obtener mucha respuesta. — Sólo eso, me hubiese gustado que pase a más, pero acepté sus límites, ella no quería. — Está bien, igual se entiende, con todo lo que está pasando en lo último que vas a pensar es en tener sexo. — Ya sé, Jordan, pero es que no sé, sentía que necesitaba más de ella, pasó mucho tiempo desde la última vez que nos besamos. La puerta principal se abre, apareciendo la madre de Cleo en la escena, mira a ambos confundida y repasa su cara con la mirada. Se acerca lentamente, dejando un par de bolsas de compras sobre la mesa, y observa a los chicos. — Jordan y Aaron, ¿Qué hacen aquí? ¿Dónde está mi hija? — Hay mucho que explicar, y Cleo sigue durmiendo. —Le responde Jordan— Esperaremos a que ella despierte para contar todo lo que ha pasado en esta semana. —La madre de Cleopatra asiente, comenzando a preocuparse, pero no dice nada más. Se sirve una taza de café y se sienta junto a ellos. Un estallido proveniente de la calle se escucha, todos se miran alarmados y salen casi corriendo. Vidrios en el piso y pedazos de papel esparcidos, está vez habían apuntado al coche de la madre. Cleo se asomó por la puerta observando todo el desastre y abrazó a su madre, quién parecía estar en shock. Todos los papeles pertenecían a una misma nota, pero lucía cómo un rompecabezas. Fue inexplicable lo que les costó resolverlo, por momentos las palabras no coincidían y ellos se mareaban, luego, cuando todo comenzaba a cobrar sentido, se mezclaban las letras. Cleopatra, frustrada, se dejó caer en el sofá. — Hija, ¿Puedes explicarme qué está pasando? —le pidió, casi susurrando. Cleopatra asintió y comenzó a contarle toda la verdad, todo lo que había estado ocurriendo durante esa semana, todas las cosas que había descubierto y las amenazas que habían llegado.
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD