CAPÍTULO DIECIOCHO

499 Words
Cleopatra había vuelto rápido a su casa junto a sus amigas, buscando desesperadamente a Jordan por todos lados antes de que cometiera una locura. La casa parecía estar patas para arriba, habían intentado forcejear la cerradura y habían piedras rotas por los alrededores, al parecer habían intentado romper los vidrios. — Me llamaron a la base para avisarme que estaban intentando entrar a la casa y cuando llegué me encontré con esto, ¡Un chico completamente desesperado y un poco oloroso en la puerta! —Thalía apareció por la puerta de la cocina, sorprendiendo a las tres chicas, sosteniendo a Jordan de su camiseta.— ¿Saben quién es o lo mando a la base? — Thalía, es Jordan. — ¿Jordan? —lo miró de pies a cabeza, escaneándolo— ¡Por qué no lo dijiste antes, idiota! Estaba por matarte. —Dijo soltándolo. — No lo sé, será porque… ¡No me dejaste ni decir mu! — ¿Qué pasó con Aaron? —preguntó Cleopatra, preocupada. — ¿Es el peli-n***o? — Sí, Thalía. ¿También está aquí? —Un guardaespaldas apareció de la misma manera, pero con Aaron agarrado— ¡Aaron! —Cleopatra corrió a abrazarlo. — Los policías, que eran más falsos que una multa por tener vidrios polarizados, los tengo cautivos en la base. En este mismo momento los deben estar escaneando e interrogando, al único que no pudimos atrapar fue al falso doctor, pero eso es lo de menos. ¿La mano de Matteo cómo se encuentra? — Su mano está enyesada y puede llegar a tener secuelas, además, está realmente enojado con todos nosotros, pero le intenté explicar un poco las cosas. — ¿Lo entendió? — No. — Era de esperarse. —Respondió con seguridad mientras echaba un vistazo fugaz por la casa— Bueno, mi trabajo está cumplido aquí, así que me tengo que ir. Cleo, llámame por cualquier cosa que necesites, y ustedes también… —Señaló a sus amigas. Cleopatra sabía que Thalía siempre había sido una persona misteriosa, casi nunca estaba en su casa a altas horas de la noche y se la pasaba en su computador escribiendo. Al principio no entendía, pero luego de una larga explicación de su parte comprendió un poco todo. El mundo de la mafia, los asesinos sueltos y otros asuntos secretos era muy complicado, sin contar a todas las personas que habían detrás de eso. Las cosas ilegales en las que estaba metida ella no eran asunto de Cleopatra, y varias veces se lo tuvo que remarcar, pero sabía que contaba plenamente con ella ante cualquier inconveniente. Luego de que Thalía se fue, Cleopatra les avisó a sus amigos que Matteo estará en el hospital hasta el jueves, todavía seguía en revisión por todo el problema que su mano había provocado. — Esto de tener un loco persiguiéndonos no es nada sencillo. —Dijo Jordan en una queja. — Y no, Jordan, nada es sencillo cuando de cosas ilegales se trata.
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