CAPÍTULO 4

942 Words
Alexis estaba es su oficina revisando unos papeles, luego de que Elsa limpiara el desastre que había hecho, cuando unos toques a la puerta lo sacaron de su trabajo, frunció el ceño, porque le había dicho a su secretaria que no lo molestara y que no estaba para nadie, pero al parecer no podía acatar órdenes.  —Adelante — dijo realmente enojado.  —Señor, lo lamento, sé lo que me ha dicho, pero la señorita Alison dice que si no la recibe, entrará por la fuerza y hará un escándalo.  —Lo que me faltaba — dijo Alexis irritado — hazla pasar. — se levantó de su silla y esperó a que la dichosa modelo entrara.  Alison ni siquiera tocó, entró derrochando sensualidad, con una minifalda, sus zapatos de tacón era de más de 20 centímetros, su blusa tenía un gran escote que no pasaba desapercibido, era una mujer muy hermosa, y ¿para qué negarlo?, muy buena en la cama.  —Hola cariño, ¿me has extrañado? — pero su voz era horrible, la observó con el ceño fruncido.  —No, que es lo que quieres, no puedes simplemente venir a amenazar con que vas hacer un escándalo.  —Sólo quería verte, y por lo que veo, andas muy estresado, yo puedo hacer que te relajes. — Su insinuación la verdad le hubiera caído de maravilla a Alexis, pero ya se había acostado unas 3 veces con ella, y no pasaba de eso.  —No gracias, ahora vete — Alexis volvió a sentarse en su gran silla y volvió a concentrarse en los papeles, Alison lo miraba ya excitada, ese hombre era tan ardiente, se mordió el labio, lo deseaba, por lo que se deshizo de su blusa y de su enagua, estaba convencida de que tendría un orgasmo, o varios, se acercó muy sensualmente hasta él, quién al levantar la vista se sorprendió de verla casi desnuda.  —¿Pero qué haces? — en un rápido movimiento ella se sentó sobre sus piernas y lo besó, Alex por un momento estaba desconcertado, pero la verdad se encontraba excitado y estresado, necesitaba sacar tanto estrés, por lo que la agarró por la cabeza y le correspondió el beso, Alison con sus manos recorría el cuerpo de Alexis, y él hacía lo mismo, recorría las curvas de ella, con desesperación.  —Voy a follarte tan duro, que no te podrás sentar durante una semana, te voy a follar tanto, para que no vuelvas a venir, porque si lo haces te mando a sacar, ¿entendiste? — preguntó jalándola del cabello.  —Sí, sí, fóllame duro. — Alexis iba a responder cuándo una voz lo interrumpió.  —Creo que eso no se va a poder, ahora quita tus manos de él, vístete y lárgate — ambos giraron la cabeza, cuando Alexis vio a Sophie quiso tirar a Alison, pero sus palabras y rechazo volvieron. A su mente, por lo que agarró a Alison de la cintura y la pegó a él.  —Ella no irá a ningún lado, y por si no lo has notado, estoy muy ocupado.  —No me importa, haz que ella se largue de inmediato o vas arrepentirte toda la vida Black. — Alexis frunció el ceño, pero a pesar de no demostrarlo, oírla hablar así lo puso peor de lo que ha ya estaba, no quería hacer lo que ella decía, pero le extrañaba que ella estuviera de nuevo ahí.  —Vístete y lárgate Alison, y si vuelves haré lo que te dije.  —No puedes hacerme esto Alex, yo te deseo — ella volvió a besarlo, y él no la quitó, Sophie se sintió tan asqueada que giró su rostro para no verlos.  —Saben qué, mejor sigan haciendo lo que estaban haciendo, yo no debí venir, es un maldito error. — Sophie pensaba dar la vuelta y largarse de ahí pero Alexis la detuvo.  —Detente Sophie —Alexis se levantó bruscamente, recogió la ropa de Alison con un brazo, y con su otro brazo, le agarró el de ella y la sacó arrastras de la oficina dejando a todos en shock, tiró su ropa afuera de su puerta y a ella también la dejó cerrando la puerta en su cara, Sophie no podía creer lo que estaba presenciando.  —¿Por qué has hecho eso?  —Porque puedo, además ya le había dicho que se fuera, y si no la sacaba no se iba a ir hasta armar un escándalo. Típico de las mujeres — Sophie lo observa incrédula, ¿cómo era posible que fuera tan frío? ¿Había hecho lo correcto al ir a buscarlo? Claro está, que no esperaba encontrarlo en una situación tan embarazosa, además que sentía muchos celos. — ¿Qué quieres Sophie? No creo que hayas venido dos veces el mismo día a mi oficina solo porque quieres verme.  —Yo… yo, tienes razón, he venido hablar contigo, si hubiera sabido que estabas tan ocupado, no hubiera venido.  —¿Qué quieres? ¿Quieres ir directo al grano? No tengo tiempo como para perderlo contigo — su voz sonaba dura, Sophie sabía que tenía ser fuerte, que nada sería fácil, que tenía que llegar al corazón de Alexis, que tenía que luchar por su amor, a como diera lugar, tenía que reparar el daño que había hecho. — ¿Te piensas quedar de pie todo el día sin decir una sola palabra?  —Alexis, sólo he venido aceptar tu propuesta — él se quedó asombrado en cuanto la escuchó, no podía creerlo.  —¿Qué has dicho? — preguntó mirándola a los ojos.  —Que acepto casarme contigo Alexis.
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