MÁS QUE UN ACUERDO ES AMOR

CAPÍTULO 5

—¿Por qué? — Alexis aún no salía de su asombro —¿Qué te ha hecho cambiar de opinión? — él la miraba fijamente a los ojos. 

—Porque quiero ayudar a mi papá, y reparar algunos daños que he hecho. — Alex frunció el ceño. 

—¿Cómo cuáles? 

—Eso no importa, quiero aceptarte como esposo, siempre cuando siga en pie la propuesta para ayudar a mi familia. — Alexis no podía salir de su asombro, y aunque quiera gritar de felicidad no lo hizo, porque aunque sería su mujer, ella no lo haría por amor, simplemente lo iba hacer por ayudar a su familia. 

—Bien, ¿Cuándo se lo vas a decir a tu familia? Y lo más importante, ¿Cuando vas a dejar a Yael? 

—De aquí iré a ver a Yael, y luego con mi familia. 

—No creo que deberías ver a Yael tu sola, ¿ y si después no le gusta lo que le dices y te hace algo? 

—No me hará nada, él es un buen hombre — Alexis la miró entrecerrando los ojos. — Pero antes de hacer cualquier cosa, quiero que pongamos reglas, que se van a cumplir. 

—¿Cómo cuáles reglas? 

—La primera y la más importante de todas es que ninguno le va hacer infiel al otro. — Alex abrió los ojos como platos, a él no le importaba cumplir esa regla, pero, no sabía que planeaba Sophie con eso. 

—¿Por qué piensas que voy a cumplir esa regla? 

—Mira Black, deja ya ese tono de que eres el que mandamás,... — Alexis levantó una mano para hacerla callar, mientras que él se levantó y fue hasta ella, colocó sus manos a ambos lados de la silla en donde se encontraba Sophie y se acercó tanto que sus narices se rozaban.

—Es que soy el mandamás Sophie, soy yo el que mando aquí, soy yo el que va a pagar las deudas de tu familia, así, que puedo darme el lujo de hablar como quiera, y no tienes derecho a decirme nada. — Sophie no pudo resistir más y con mucho coraje y fuerza, estampó su mano en la mejilla de él, mientras lágrimas salían de sus ojos, tal vez estaba perdiendo el tiempo, tal vez ya Alexis tenía el corazón tan duro que ya nada podía hacer. 

—No tienes que ser tan cruel, este maldito trató fuiste tú el que lo ofreció, te pedí que si no había otra forma, para que poder ayudar a mi familia Alex y dijiste ¡NO!, pero si ves, que eres tan inmaduro para no dejar algo de niños atrás, no vale la pena. 

Alexis la miró, enojado, sorprendido y dolido, todo al mismo, tiempo Sophie era la única mujer que lograba hacer que sintiera todo junto, sabía que él se merecía esa cachetada, se estaba comportando como un maldito desgraciado, pero él no quería volver a sufrir ya lo había hecho mucho, Sophie no lo había rechazado una vez, sino fueron cinco veces, además que siempre le decía cosas hirientes, ¿por qué tenía él que ser diferente? 

—¿Cosas de niños? Eres despreciable, te había amado, desde que éramos niños Sophie, la última vez que te abrí mi corazón tenía 19 años, no era un maldito niño, lloré por ti, y que fue lo que dijiste, que parecía niña, aquí la cruel has sido tú, ¿de qué te quejas, si solo he seguido tu ejemplo? Pero en algo tienes razón, eso fue hace casi 10 años, ya no vale la pena nada esto, y también tienes razón, en que fue mi idea el casarnos para poder ayudar a tu familia, así que así se hará, podrás poner tus reglas, y yo las mías, nos vamos a reunir mañana, así vamos a saber lo que cada uno quiere, y lo que no, y en las reglas que de verdad vamos a seguir. 

—Alex, sobre el pasado, yo quiero aclarar y explicar… — Alexis la volvió a interrumpir. 

—No me interesa nada de eso ya Sophie, el pasado en el pasado se va a quedar, no me quisiste en tu vida bien, ya eso pasó, se que ahora solo lo haces por tu familia, no te preocupes. — lágrimas salían de los ojos de Sophie, ella quería decirle la verdad, explicarle, pero él no quería escucharla, pero sabía que en algún momento podrían hablar sobre el tema. — Deja de llorar, que a pesar de que no me creas no me gusta verte llorar, ¿ahora podemos hablar del acuerdo? —Sophie lo observó con un brillo de esperanza que él no supo identificar. 

—¿El acuerdo? 

—Sí, el acuerdo, lo que queremos hacer y no en nuestro matrimonio, además si vamos a poner la cantidad de años que vamos a estar juntos. — Sophie lo miró sorprendida y decepcionada, ella quería casarse con él y no separarse nunca. 

—¿Cada quién pondrá reglas? 

—Algo así, vamos a escribir, las reglas, que cada quién crea conveniente, y cosas relacionadas o lo que queremos. Luego nos vamos a reunir y comentar, que nos parece y que no, para así llegar a un solo acuerdo, uno en donde ambos estemos de acuerdo en todo. 

—Bien, me parece perfecto, pero la primera regla no pienso cambiarla Alexis, tampoco discutirla — a Alex una idea se le pasó por la cabeza, lo que lo hizo sonreír como el gato de Alicia en el país de las maravillas 

— ¿Qué? — preguntó sorprendida por el cambio de actitud. 

—Aceptaré esa regla, con una sola condición. — dijo encogiéndose de hombros

—¿Cuál? — preguntó desconfiada. 

—No te estaré con nadie Sophie, seré el hombre más fiel del planeta, siempre y cuando tú cumplas con el papel de esposa como es debido, que cumplas con todos tus deberes al pie de la letra — su voz tan sensual hizo que Sophie mojara sus bragas — Qué dices, ¿aceptas? — Alexis no quitaba su mirada de los hermosos ojos de Sophie, observó como ella tragó saliva. 

Sophie sabía que estaba enamorada de Alexis, que quería volver a conquistarlo, que quería que fuera solo suyo, como ella sería sólo de él, por lo que no perdía nada con aceptarlo. 

—Lo aceptó, siempre y cuando seas considerado, cuidadoso Alexis, cariñoso y apasionado eso es lo que espero del hombre con quién me case. — le dijo muerta de vergüenza, lo que a Alexis le pareció adorable. 

—Bien, eso tendrás, al parecer ya tenemos la primera regla de nuestro acuerdo, ahora, necesito terminar de trabajar y estudiar nuevas reglas, así que nos veremos mañana por la noche, paso por ti para ir a cenar. — Sophie se levantó para salir de su oficina 

—Bien, nos veremos mañana, — Alexis deseo besarla, pero solo asintió de su cabeza, Sophie antes de salir se devolvió — Ah y Alex, esa primera regla empieza desde ya. — fue lo último que dijo antes de salir y dejar a Alexis mudo, pero con una gran sonrisa en su rostro.