—Alex — la voz de Sophie salió en un susurro, los ojos de él se habían puesto oscuros de la ira.
—Sí, nada más y nada menos que el cachudo y eso que aún no nos hemos casado. — Sophie se separó de inmediato de Yael.
—No, espera, las cosas no son lo que parece — mierda se sintió estúpida al decirlo, pero es que en efecto no era lo que parecía.
—¿A no? ¿Entonces no se besaban? Ya sé, te estaba dando respiración boca a boca. — la ira en su voz se podía notar.
—No Alexis, Yael me besó sin yo esperarlo, ya le dije que lo nuestro no tiene arreglo y que vamos a casarnos, ya toda mi familia lo sabe. — Alexis se sorprendió pero no lo demostró.
—Ya veo —Alex observó a Yael. — No te vuelvas a acercar a ella, porque no respondo.
—¿Tienes miedo que te la vuelva a quitar?, ambos sabemos que Sophie nunca te ha querido, si está contigo debe de ser por algo, nunca has sido un hombre para ella, solo un amigo durante su infancia. — Alexis se acercó peligrosamente a Yael.
—Lo que pienses o digas me tiene sin cuidado.
—No quiero más problemas, Yael, ya deja el tema hasta ahí, puedes volver con Keyla, pero no sigas.
—Lo de Keyla fue un error, te juro que te amo — Alexis se sorprendió por lo que estaban hablando, ¿era por eso que Sophie había aceptado su propuesta? ¿Había sido por despecho? Eso lo hizo sentirse más enojado. Sophie supo que algo andaba mal con Alexis porque su cuerpo se tensó, y de inmediato supo lo que pasaba.
—¿Un error? ¿Desde cuando? Mi madre sabía y lo ocultó y si yo no los descubro esta noche no me hubieras dicho nada. — Alexis alzó la ceja sorprendido, por lo que escuchaba, pero le alegró que ella no estuviera con él solo por despecho.
—Vaya, vaya, pero miren a quién tenemos aquí, al gran Alexis Black — todos se giraron a Keyla que venía con lágrimas en los ojos — ¿Cómo es que te casas con esta mosquita muerta? Me despreciaste desde la última vez que estuvimos juntos. — Oliver y Fiorella hicieron acto de presencia donde se encontraban todos.
—Yael, haz el favor de irte de una vez por todas — la voz de Oliver sonaba encajado. Yael desesperado se giró hacía Sophie.
—Sop, amor por favor, no me dejes, deja que te explique y te demuestre cuanto te amo — trató de acercarse a Sophie, pero Alexis se interpuso en su camino.
—No te le acerques, ya déjala y vete de una vez.
—Esto no se va a quedar así. — Yael, salió frustrado y enojado, mientras que Keyla entró corriendo a su habitación, no sin antes gritarle a Sophie que la odiaba, haciendo que ella se sintiera mal.
—Sophie, hija perdóname. — Fiorella no podía con la culpa.
— Si hubieras hablado desde que te enteraste, todo esto se hubiera evitado. — Fiorella sabía que su hija tenía razón. Oliver observaba a Alexis.
—Ahora, ¿me van a explicar cómo eso es de que ustedes se van a casar?
—Yo venía, justamente a eso, quería hablar con ustedes, explicarles y no dejar que Sophie lo hiciera sola.
—Será mejor que vayamos a mi oficina. — todos asintieron y siguieron a Oliver, quién no sabía qué pensar o decir respecto al matrimonio de ellos. Una vez adentro cerraron la puerta y se sentaron en un juegos de sillones que había en la oficina.
—¿A qué se debe este compromiso? Y quiero la verdad, porque no soy estúpido, Sophie, tú estabas muy feliz con tu boda con Yael — Alexis observó molesto a Sophie, no podía evitar los malditos celos.
—Yo voy hacerte sincero Oliver, Sophie se casa conmigo, por…
—Amor — interrumpió Sophie — por amor papá, yo he amado toda mi vida a Alexis, con Yael era cariño, pero no me creía que algo entre Alex y yo se pudiera dar, en especial porque Keyla estaba enamorada de él y no quería ponerme en medio — Alexis la observó atónito, realmente lo había sorprendido, deseaba con toda su alma que lo que ella decía fuera verdad, pero sabía que sólo mentía, al parecer no quería que su padre supiera el verdadero motivo por el cual se casaban, Alexis estaba tan sumido en sus pensamientos que no se dio cuenta la mirada de súplica en los ojos de Sophie, deseaba que pudiera ver y entender que lo que decía era verdad.
—Sophie tiene razón, cuando me comentaste hoy que pensaba casarse, fue cuando decidí hablar con ella, pero al salir almorzar la encontré en mi empresa, me le declaré, le dije que toda mi vida la había amado, y que no quería perderla.
Oliver los observaba atento a cualquier incomodidad o mentira que estuvieran diciendo en especial para Sophie, pero solo vio verdad en los ojos de ambos.
—Bueno siendo así, no veo porqué tengo que oponerme, ¿cierto? — ambos asintieron en silencio — ¿Y cuando se casan?
—En una semana —la respuesta de Alexis hizo que todos lo miraran. — Ya hemos perdido mucho tiempo y queremos aprovecharlo al máximo.
—Pero una boda como la merece mi hija no se puede hacer en menos de una semana. — Fiorella estaba indignada.
—Bueno — dijo Alexis girando su cuerpo hacía Sophie — ¿Qué opinas tú?, Es tu boda.
Sophie lo miró sorprendida, ¿ahora le preguntaba que quería, cuando ya lo había planeado? Pero en algo sí tenía razón, era su boda, y la verdad le daba igual cuando fuera, igual tendría que hacerlo.
—Yo no quiero nada extravagante mamá, quiero algo íntimo y familiar, no creo que sea algo muy complicado.
—Sophie, cariño, estás segura. — volvió a preguntar su padre, porque algo no le calzaba.
—Sí papá, no te preocupes, estoy siendo muy sincera — dijo con una gran sonrisa, que tranquilizó a su padre.
—Bien, siendo así, yo les doy mi bendición para que puedan estar juntos.
—Gracias Oliver, me hace el hombre más feliz del mundo. Le prometo que haré de Sophie la mujer más feliz del universo — Sophie deseo que fuera verdad, pero sabía que era mentira, y que por el contrario, sufriría mucho.