La semana había pasado, demasiado rápido para su gusto, mañana sería el día de su boda y se sentía aterrada, no sabía qué esperar de él, desde el día que Alexis había hablado con sus padres no lo había vuelto a ver, la había llamado unas cuantas veces para saber cómo iban los preparativos de la boda, en su voz no había emoción de nada, siempre le hablaba cortante, frío, y de verdad le estaba doliendo. Sophie se levantó de su cama, y se dirigió hacia la gran ventana que tenía su habitación, ella no podía dejar de pensar en cómo sería su vida si desde la primera vez que Alexis se le declaró hubiera dicho SI. Se limpió las lágrimas que salían de sus ojos, últimamente lloraba mucho, y ni siquiera se había casado, tenía tanto miedo de cometer un error, de no poder conquistar de nuevo su cor