La misma noche Londres Nadir Como me costó despedirme de Bahir, porque por primera ocasión no quería subirme a un avión, no era cuestión de tomar los controles y disfrutar del vuelo, más bien sentí como una ola que no podía detener, como si mi castillo de arena se vendría abajo en unos segundos, era miedo, en una palabra, y entendí que me estaba haciendo daño, para completar la noticia que me dio Desirée aumento mi malestar. Entonces como un reflejo me quedé en mi burbuja, y recordaba los días con mi novia, al punto de estar como un tonto mirando nuestras fotos, y fue en ese momento que abrí los ojos comprendiendo lo que quiero. No había que seguir dudando si quiero un futuro con ella, mandé un par de mensajes a mi hermana para que me ayude en el tema. Así llegue casi al amanecer al ho