Nuevamente llegaba hasta el un nuevo día, uno mas lejos de Amelia, había perdido su conexión con ella, pero, aun en medio de los intentos desesperados de Caleb Artigas, no podría evitar que, al final, la propia Amelia vendría a el por propia voluntad, ese era su destino. Levantándose completamente desnudo de la cama, observo a la loba de hermosa piel canela besada por el sol que dormía a su lado, aquella mujer solo servía para saciar sus bajos instintos en la ausencia de su hermana, una vez que la recuperase no tenia idea de lo que haría con ella, aunque, era demasiado hermosa para dejarle marchar, quizás, la seguiría conservando como una concubina, mirando la marca que dejo sobre ella, sonrió para si mismo, era el mas poderoso de los lobos, y nadie podría hacerle frente. Totalmente vest