El amanecer de un nuevo día se asomaba por las ventanas de la habitación de Caleb, sintiendo entre sus brazos a su Amelia, no deseaba levantarse de la cama, estaba hecho, la había marcado por completo como suya, y el, por primera vez en toda su vida, se sentía completo, extasiado por todo lo ocurrido la noche anterior, mirando el hermoso rostro de Amelia, se sentía embelesado por su belleza, nunca podría dejar de mirarle, era hermosa, la mas hermosa de todas las criaturas, apretándola mas contra su pecho, había decidido no dejarla marcharse, no podía regresar con O´Neill después de la noche anterior, le pertenecía, toda ella ya era completamente suya, alma y cuerpo de habían unido, formando un solo ser, ellos no podrían estar separados, el vínculo del lobo así lo dictaba y nada lo haría ma